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El paraíso navideño que pocos conocen en las montañas de Naranjo
La Arboleda Salazar creció de un pequeño proyecto familiar a un rincón donde el café, las coronas de adviento y la calma del paisaje ofrecen una auténtica experiencia navideña.

La Arboleda Salazar creció de un pequeño proyecto familiar a un rincón donde el café, las coronas de adviento y la calma del paisaje ofrecen una auténtica experiencia navideña.

Rompopes y Cremas Don Nino nació como homenaje al abuelo de su hija y se convirtió en un negocio que destaca por sus sabores caseros, procesos naturales y una historia que sigue viva en cada preparación.

La sazón de Doña Nora, formada frente al fuego desde niña, mantiene viva una tradición que hoy comparten también sus hijos.

Llegó sin empleo y con dudas, pero Nancy volvió a los sabores de su infancia para crear un negocio familiar que hoy crece con fuerza en redes y en cada pedido que recibe.

Mariangel Muñoz dejó atrás el sueño de estudiar Medicina para criar a sus hijos y, desde su cocina, levantó Dulce Azul, un ejemplo de que los sueños también pueden cambiar de forma y seguir creciendo.

La papa roja y la zanahoria de Chicúa viajan hasta Oreamuno, donde el tamal toma forma gracias a recetas que sobreviven al tiempo y mantienen viva una identidad culinaria.

Los videos de Jonatán González han encontrado una comunidad que ve en su historia una ruta posible hacia la independencia, la creatividad y la vida vivida sin miedo.

A sus 81 años, sigue cultivando con la misma fuerza y ternura con la que ha guiado a su comunidad durante décadas.

Hay lugares que no solo se visitan, sino que se viven. Este jardín es uno de ellos.

Desde Bagaces hasta Salitral, su vida es una memoria viva del país: trabajo, familia y una serenidad que no envejece.

En “Yo Me Apunto”, una clase de defensa personal mostró que la fuerza no siempre está en los golpes, sino en la confianza que nace cuando el cuerpo aprende a responder a un peligro real.

Doña Rosa Castro empezó con una olla y un sueño; hoy, su panadería en La Garita es sinónimo de unión, trabajo y sabor casero.

Desde los 50 años en adelante, este grupo de mujeres practica voleibol cada semana, compite en el extranjero y redefine lo que significa mantenerse activas.