Según un comunicado del ejército israelí, milicianos del movimiento islamista dispararon contra tropas desplegadas en el sur de la Franja, sin que se registraran heridos.
Expertos señalan que esto sería una violación del cese en la franja, pero el ejército israelí alega que las demoliciones cumplen todas las condiciones que hacen parte del acuerdo.
El Foro de Familiares de Rehenes y Desaparecidos, principal asociación de allegados de los cautivos israelíes en Gaza, acusa a la organización islamista de violar el alto al fuego.
El fallo obliga a las autoridades penitenciarias a asegurar que los reclusos reciban suficiente alimento y variado para mantener un buen estado de salud.
Unos 100 mil habitantes ya han abandonado la principal ciudad del enclave palestino. Según estimaciones recientes de la ONU, cerca de un millón de personas viven allí y en sus alrededores.
Según el ejército israelí las construcciones de altura sirven para albergar a miembros de Hamás, por lo que son consideradas infraestructura terrorista.
El ejército instó a los habitantes de la franja a evacuar hacia una "zona humanitaria" al sur, en la que habrá "suministro continuo de alimentos, tiendas de campaña, medicamentos y equipo médico".
"Varias víctimas permanecen bajo los escombros y en las calles, ya que las ambulancias no pueden llegar a ellas", indicó la Sanidad de Gaza.
El presidente francés Emmanuel Macron desató la polémica con su anuncio de que reconocería a Palestina como Estado. El Vaticano dio este paso en 2015.
Por primera vez en meses, camiones cargados con ayuda internacional cruzaron el domingo el paso fronterizo de Rafah.
La república islámica dijo que trabajará con el Organismo Internacional de Energía Atómica pese a las restricciones impuestas por su parlamento.
Ambos bandos señalan intransigencia en el otro. Sin embargo, ha habido algunos tímidos avances, especialmente en el tema de la ayuda humanitaria.
