Por Natalia Jiménez Segura |31 de diciembre de 2022, 14:32 PM

Pese a que este año la afectación de la pandemia del COVID-19 no fue tan importante como en 2020 y 2021, el 2022 también inició con el virus como su principal noticia. Apenas la segunda semana de enero ya se anunciaba la llegada de las dosis para las personas de entre 5 y 12 años, que además pasó a ser obligatoria.

Con esto, los expertos esperaban que los casos y su severidad disminuyera; sin embargo, en las semanas siguientes ocurrió todo lo contrario. En esos días, Costa Rica cerró algunas semanas con récord de contagios, llegando a sumar hasta 4.063 diagnósticos nuevos de COVID-19 al día.

En medio de todo esto, el Ministerio de Salud redujo el aislamiento a los pacientes positivos de 10 a siete días, empezando a correr a partir del inicio de síntomas o, en caso de ser asintomático, a partir de la fecha en que se realizó la prueba.

Pasaron los meses y la cantidad de enfermos de COVID empezó a caer, tanto así que el 22 de abril el país reportaba la tasa de contagio más baja de toda la pandemia, según un informe epidemiológico elaborado por expertos de la Universidad Hispanoamericana. En ese momento, el índice nacional se ubicaba en 0,74.

Ese mismo mes surgió otro hecho que preocupó al país, el Ministerio de Salud de Costa Rica inició una investigación de un caso de la "extraña" hepatitis infantil que, en ese momento, había enfermado a 169 niños en Europa y Estados Unidos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró un brote de esa misma patología, pero el tema no llegó a ser tan serio como se informó al inicio.

En medio de la pandemia se cambió de gabinete y se nombró a Joselyn Chacón como ministra de Salud, sustituyendo al médico Daniel Salas. No habían pasado ni dos horas luego de la toma de poder cuando las noticias de salud empezaron a fluir: tanto ella como el presidente Rodrigo Chaves firmaron un decreto para eliminar el uso obligatorio de la mascarilla. 

NUEVO GABINETE

Dos semanas después de ese momento, se dio una de las noticias de salud más importantes del año: el hackeo a los sistemas informáticos de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).  Fueron cientos de intentos, lo que provocó que la institución tuviera que desconectar los servicios virtuales, afectando a miles de asegurados. No se tenía la información del COVID-19, de medicamentos, citas, pagos, entre otros servicios. 

Incluso, la institución recibió varias extorsiones de parte del grupo Conti: si no recibían dinero, información sensible sería publicada; sin embargo, nunca se les "siguió la corriente" y las autoridades lograron recuperar el sistema sin depositar ni un solo colón. 

El tema estuvo en la mira de todo el país durante mucho tiempo, hasta recuperar el sistema por completo en los últimos meses del año.

En junio, el Ministerio de Salud confirmó el primer caso de viruela del mono en Costa Rica. Se trató de un hombre de 34 años, quien era de nacionalidad estadounidense. Esto provocó muchas dudas entre los ticos, pero la enfermedad tampoco se salió de control.

En medio de todas las noticias de salud, no se puede dejar de lado la muerte de la costarricense más longeva, Berta Cantillano, a los 115 años. Con esto, dejó a José Flores Flores, quien actualmente también tiene 115 años, como el tico de mayor edad. 

José Flores Flores, súpercentario costarricense
José Flores, súpercentario costarricense.

El tema del COVID-19 volvió a ponerse sobre la mesa el 10 de agosto, cuando Chaves anunció la eliminación del decreto ejecutivo que originó la declaratoria de emergencia por la pandemia.

Para el 17 de setiembre, se dio una de las noticias más relevantes del sector durante el año: el Presidente de la República destituyó al presidente Ejecutivo de la CCSS, Álvaro Ramos, por desacuerdos en el aumento salarial de funcionarios. Este ya estaba en firme desde 2020, pero por la pandemia su entrada en vigencia se había retrasado. Chaves no quería implementarlo, pero Ramos lo defendía.

Tras este hecho, Marta Eugenia Esquivel Rodríguez, exministra de Trabajo, fue nombrada como la nueva presidenta de la CCSS. Ella aseguró que la institución no estaba fuera de la regla fiscal, y que el aumento de salario a los trabajadores debía permanecer congelado por lo menos hasta el 2024. Esa reacción generó revuelo entre sindicatos y funcionarios, por lo que la Junta Directiva se reunió varias veces para valorarlo.

Al fin de cuentas, se terminó aprobando y entrando en vigencia para diciembre, haciendo que la destitución de Ramos fuera en vano.

Álvaro Ramos, presidente CCSS
Álvaro Ramos, expresidente CCSS

Ese mes también arribó al país el primer lote de vacunas pediátricas para niños entre 6 meses y 5 años.

Para octubre, los virus respiratorios volvieron a tomar fuerza, especialmente en la población pediátrica. El Hospital Nacional de Niños reportó una saturación de pacientes internados por esta patología, sin embargo, la minoría eran pacientes con COVID-19. Por esa razón, la ministra de salud ordenó suspender el curso lectivo por una semana, dando paso al llamado "receso lluvioso". Al día de hoy, ese pico de casos no se ha controlado. 

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