Por AFP Agencia |31 de octubre de 2021, 13:31 PM

El obispo Rolando Álvarez, férreo crítico del gobierno de Daniel Ortega, pidió este domingo a los nicaragüenses no tener "miedo" ante las "amenazas" y "chantajes" que, según dijo, reciben algunos, a una semana de las elecciones en las que el mandatario buscará un cuarto mandato consecutivo.

"He escuchado de algunos fieles que ante la dramática situación que vivimos los nicaragüenses su decisión ya ha sido tomada en la inviolable dignidad de su conciencia; sin embargo, afirman, son amenazados para obligarlos a manifestar lo que no desean manifestar o para hacer lo que no quieren hacer", denunció en misa el obispo de Matagalpa (norte).

"Nadie, ni amenazas, chantajes o acciones ni ningún tipo de intimidación pueden intervenir en una decisión tomada libremente en lo más sagrado que poseemos todos los seres humanos, la conciencia", recalcó monseñor Álvarez.

El obispo insistió a los nicaragüenses que "no permitan bajo ningún punto de vista que imposiciones externas interfieran" en sus decisiones. "El miedo paraliza y enferma", advirtió.

Nicaragua celebrará el próximo domingo unas elecciones generales en las que Ortega, en el poder desde 2007, busca un cuarto mandato consecutivo, con todos sus rivales presos.

Siete aspirantes presidenciales de la oposición fueron detenidos desde junio acusados de "conspirar en menoscabo de la soberanía", "traición a la patria" o "lavado de dinero", junto a más de 30 líderes y activistas opositores.

Tres agrupaciones opositoras que planeaban participar en los comicios fueron anuladas por el tribunal electoral, dejando en la competencia únicamente al Frente Sandinista (FSLN) de Ortega y cinco partidos derechistas, cuyos candidatos son prácticamente desconocidos por la ciudadanía.

Mientras el FSLN se moviliza en estos días por el voto en barrios y ciudades, y el gobierno multiplica la entrega de viviendas e inauguración de carreteras, la oposición desde el exilio hace una campaña que pide a los nicaragüenses no acudir a las urnas por considerar la elección "ilegítima".

"Somos un pueblo con dignidad (...) A pesar de todas las adversidades y aun cuando las puertas se nos han cerrado, nos queda esa inquebrantable fuerza de libertad interior que nos vuelve a unir como pueblo en un mismo pensar, en un misma decisión ya tomada y en una misma acción", afirmó Álvarez, en medio de los aplausos de sus feligreses.

El gobierno y la Iglesia católica mantienen una tensa relación desde las protestas antigubernamentales de 2018 por el apoyo que los templos dieron a los manifestantes durante la represión, que dejó más de 300 muertos, según grupos humanitarios.

Ortega acusa a los obispos de "golpistas terroristas" y de estar "al servicio de los yanquis".

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