Por Juan José Herrera |16 de abril de 2023, 8:05 AM

Apunto de cumplir su primer año de gestión, el ministro de Transportes, Luis Amador, reconoció que es muy difícil pensar en que alguno de los grandes proyectos de infraestructura vial que en este momento están en marcha podrían estar listos antes de que acabe la actual administración (2026).

Eso significa que obras anunciadas desde el gobierno pasado  como las ampliaciones de las rutas 27, 32, 1 o Florencio del Castillo podrían también ser heredadas luego de que termine el actual cuatrienio.

La razón, según el jerarca, es la mala planificación y gestión que Costa Rica, como admnistrador, imprime a todos sus proyectos, y como esos "pecados" se arrastran a lo largo de todas las etapas de las obras.

A continuación, la entrevista completa con Amador:

¿Cuál es la evaluación suya en este primer año de gestión? ¿Es todo lo que imaginó que iba a ser o lo sorprendió la tarea que ahora enfrenta?

Antes de llegar al Ministerio yo me imaginaba que era como andar en un carro sobre una calle de lastre, que va uno ahí en brincos y saltos, pero cuando ya uno está ahí pues se empieza a dar cuenta que hay sorpresas que empiezan a llegar de repente.

Ya yo sabía que era bastante complicado, no tenía miedo por el conocimiento técnico adquirido, me sentía en capacidad de tomar las riendas desde un punto de vista gerencial, pero hay una serie de barreras y limitantes que uno a veces no anticipa, que tienen que ver con cuestiones regulatorias, cuestiones de recurso humano, algunos elementos de limitantes financieras muy importantes que el país tiene que no le permite a uno hacer todo y, más bien, ya después de un año se convierte en un reto, no en un problema, y son retos que tratamos de resolver.

Más o menos ya yo lo anticipaba, porque había estado en Conavi hace muchos años (en el 2005 y 2006 en la junta directiva), entonces ya yo tenía algún sentido del nivel de complejidad que eso conllevaba, pero en realidad eso a mí no me preocupa, yo me entretengo haciendo todos los días la labor de resolver lo casi imposible.

Hay cosas que a uno a veces sí le dan un poco de tristeza, como el sistema judicial, donde a uno lo acusan por reunirse y ya le meten una denuncia penal y ese tipo de cosas. Eso sí desmotiva honestamente, pero el reto de estar frente al Ministerio es bonito e interesante, porque uno realmente sabe que el país ocupa hacer esos cambios fundamentales que se han negado por muchos años.

Conociendo ahora esa realidad y esos bemoles de la función pública, ¿igual asumiría el cargo?

Yo pensaría que sí. Tal vez sería más comedido en cosas que he hecho previamente, porque uno va aprendiendo de la experiencia, evidentemente. Sí lo asumiría y le voy a decir por qué: porque al comparar hace un año al día de hoy, uno se da cuenta que sí se han logrado hacer algunas cosas, no se ha avanzado tan rápido como yo quisiera o como uno lo puede hacer en el sector privado, pero es justamente por toda esa sobrerregulación que existe y las limitantes que ya mencioné, pero eso no nos tiene que quitar el impulso de intentarlo.

Hay que ser claros, mucha gente muy capaz no se mete en estas cosas, hay gente más capaz que yo, pero no se meten en esas cosas y entonces el país no cambia y las cosas que hay que atender no se atienden, entonces alguien lo tiene que hacer. Sí me metería, nuevamente.

Siendo honestos, ¿usted cree que algo de lo que se está haciendo ya va a estar listo para 2026, cuando acabe esta administración y ustedes entreguen la estafeta a la siguiente?

Eso no debería ser una preocupación de este Gobierno, este Gobierno debería estar haciendo lo que se necesita hacer, esté cuando esté; sea que esté en un año, en dos años, o que sea algo que permita transformar en el largo plazo, primero dejamos esa parte clara.

Por supuesto, los políticos tradicionales intentan que las cosas estén concluidas antes de que ellos salgan porque les gusta inaugurar, y justamente por eso es que yo no uso esa palabra, yo uso la palabra abrir, aperturar. Hemos tomado algunas obras que venían con problemas y que ya hemos venido a hacer caminar, otras que dejaremos caminando, y no importa, el Gobierno que siga, sea el que sea, las abrirá, pero lo que importa es que se haga.

En este momento es difícil, yo le diría que las reparaciones y ampliaciones del aeropuerto de Liberia sí deberían de estar terminadas antes del 2026, yo le diría que la sectorización en su primera fase estaría lista antes de 2026. Pero me refiero a que como se le ha presentado a los costarricenses es solo una fase de lo que yo personalmente ambiciono se debe llegar a nivel de transporte público, pero esa sí estaría para ese momento dado.

Hay una serie de obras de Conavi que usted ve como La Galera y otras cosas que van caminando y que yo personalmente espero estén concluidas muchísimo antes de 2026. ¿La ampliación de la (Ruta) 27? Yo no le voy a mentir, yo no la veo concluida antes del 26, pero sí espero que la podamos dejar iniciada, lo que es la Ruta 1 yo espero que esté iniciada, lo que es el aeropuerto de Limón yo espero que esté iniciado, y con iniciado me refiero ya a la construcción. El aeropuerto del Sur lo veo difícil, se va a dejar avanzado, quizá ya esté iniciado, pero tiene complicaciones que ya hemos conversado. El puerto de Caldera yo sí espero que ya esté muy avanzado el proceso para esa renovación, lo que es Caldera ya con la utilización de sus activos, algunas cosas van a tener que quedar avanzadas o ya caminando.

Ferrocarriles es de lo más importante y de lo que menos hablamos. Yo sí espero que tengamos ahora sí un plan razonable, financieramente responsable, pero que permita atender el movimiento de pasajeros, que le evite a la gente tener que estar moviéndose en su vehículo para ir a cualquier lado, porque usted se monta en cualquier lado y ahorita no hay forma oportuna de moverse. Ferrocarriles yo sí espero dejar un plan definitivo pero que va a depender de una realidad fiscal que estoy presumiendo va a ser positiva. La conexión a Paraíso de Cartago, esa va a ser puesta, yo espero que ese tren llegue a San Rafael de Alajuela.

Lo que es la solución de plataformas o taxi moderno y taxi tradicional o como usted lo quiera llamar, yo sí espero que esa solución ya esté dada.

Inspección técnica vehicular ya se nos sale de las manos, porque ahí hay una cuestión de un recurso de constitucionalidad, pero yo esperaría que si no está ya el operador definitivo de largo plazo esté a punto de estar.

Lo que es Barranca-Limonal, que ha sido uno de los dolores de cabeza más grandes heredados, yo esperaría que estemos terminando ya ese año (2026), tal vez antes, pero sí, sí lo espero que esté ahí para que ese corredor completo esté.

Y algunas formas financieras o modelos de negocio donde podamos apalancarnos sobre peajes para hacer otras obras como lo es la ampliación de la ruta 21 desde Liberia hacia Comunidad, Guaria y bajando, yo esperaría que ya dejemos esos mecanismos habilitados.

¿Estamos hablando de la posibilidad de que un peaje financie una ruta diferente a donde está ubicado?

Correcto.

¿Ya eso se presentó?

Es parte de una actualización a la Ley General de Caminos y esta Presidencia, donde está en revisión con los asesores del Presidente (Rodrigo Chaves) y de la ministra de la Presidencia (Natalia Díaz).

Con todos esos proyectos que usted mencionó y otros muchos que tampoco van a estar, como la ampliación de la Ruta 32, Florencio del Castillo o San Carlos, ¿usted, que viene del sector privado, ve entendible que un proyecto no se pueda hacer en cuatro u ocho años?

No, mi experiencia en Canadá y en Medio Oriente es que la mayoría de los proyectos se sacan, se dura su tiempo, sus dos años, pero salen y se ve el avance continuo y la progresión adecuada. Hay una serie de pecados que uno se encuentra cuando llega aquí, desde el punto de vista de gestión, uno no encuentra una gestión adecuada; desde el punto de vista de fiscalización, uno no encuentra una fiscalización adecuada; desde el punto de vista de todas las etapas previas que hay que tener para un proyecto, uno no las encuentra y esas etapas previas son claves y la gente no lo entiende, y me refiero a los que desarrollan proyectos en el país, ellos no entienden que todas esas etapas previas son importantes porque son las que preidentifican todos los problemas que se pudieran presentar y lo tienen a uno preparado para poder realmente controlar bien el proyecto, presupuestar adecuadamente, saber el nivel de riego, etc.

Mi experiencia por fuera, y lo que yo he visto construirse en Emiratos Árabes, en Qatar, en Canadá, uno ve obras que duran varios años, pero las va viendo progresar, progresar, progresar y cada vez que uno pasa ve alguna cosita nueva, entonces eso da la sensación y el reaseguramiento de que las cosas caminan, pero aquí uno se encuentra conflictos de interés, malas prácticas, que no hay fiscalización adecuada, que no hay controles adecuados, que no hay diferenciación de proyectos adecuados, y eso es lo que uno se encuentra, pero si usted mira la (Ruta) 32 ya logramos abrir 35 kilómetros porque ya hicimos los cambios y estamos todavía haciendo ajustes, pero ya vamos llegando adonde deberíamos haber estado.

Pero dejando de lado lo que no se hizo y las culpas o banderas, ¿usted cree que es un problema del país y no de una administración?

Por supuesto, pero es que el problema país tiene múltiples dimensiones: una donde usted tiene un país pequeño con un mercado pequeño donde hay pocos contratistas, una dimensión donde usted tiene un Estado que los funcionarios públicos no se les da la capacitación continua, suficiente y necesaria para tenerlos afinados y que sean capaces. 

Tiene un país donde hay corrupción y usted se la encuentra y ahí es donde sí, necesariamente hay que abocar a cosas heredadas, y tiene un país donde hay limitantes financieras y podemos hablar de corrupción, porque cuando uno mira el nivel de presupuesto que manejan algunos proyectos contra lo que se le paga el funcionario público al que se le está pidiendo, realmente uno a veces se preocupa, no hay un sistema donde usted le dé premios y recompensas a las personas que son altamente productivas y no hay un país donde usted pueda remover fácilmente a los que no están cumpliendo con su labor o a los que son corruptos.

¿No puede entonces Costa Rica hacer proyectos como estos en un tiempo decente?

La única forma en la que podemos estar listos es cuando se tiene una batería de consultores que usted contrata y que le vienen a reforzar su personal interno, o cuando usted se pone a hacer capacitación. 

No, en este momento Costa Rica no tiene las condiciones adecuadas para poder manejar proyectos grandes de manera ágil, se puede cambiar y se está en el proceso de cambiar para que eso se dé, yo estoy tratando de capacitar a mi gente, estoy tratando de ver cómo se va cambiando poco a poco, pero hay cosas que se escapan del Ministerio y que van al régimen del Servicio Civil, por ejemplo, se van a la forma en que presupuestariamente más nos manejamos, somos muy tiesos para hacer pagos. Inclusive cuando contratamos a consultores por fuera, yo me he encontrado productos de consultores que a mí me dan vergüenza cuando tengo que mandarle eso a organizaciones afuera para pedir financiamiento. 

Al aeropuerto Daniel Oduber Quirós, por ejemplo, o los estudios de factibilidad para los buses eléctricos, realmente no es la calidad de lo que uno quisiera ver y cuando a usted lo contrasta desde ese punto de vista con la forma en que desarrollamos la obra, si la obra no fue bien planeada, no fue bien diseñada, no contempla todos los aspectos, diay, estamos mal.

¿Se puede cambiar? Sí, se puede cambiar, pero necesitamos invertir en el recurso, en el capital humano.

Usted habla de la posibilidad de que Barranca-Limonal esté lista antes de 2026 pese a que ahora mismo está en abandono… ¿Ya saben cómo?

Bueno, hay tres escenarios o tres posibilidades. Una es el finiquito, que nos quedamos un año mientras logramos sacarlo de nuevo a concurso y lo partimos en pedazos para que dos o tres empresas sean las que puedan hacerlo, que serían tres frentes de trabajo con tres contratistas y eso hace más difícil manejarlo, pero se podría avanzar rápido.

La otra opción es dárselo a CHEC (la empresa china), que ellos están ahora mismo desocupando capacidad de la Ruta 32 que puedan reubicar, y me refiero a maquinaria porque ya ellos están en etapa de asfaltado en muchos segmentos, ya lo que eran grandes cortes de tierra y rellenos ya eso está en su gran mayoría hecho, eso los liberaría para concentrarse en otro lado, ya se ve la luz al final del túnel.

Sí, la gente tiene una percepción de CHEC pero también hay que ser honestos, a CHEC le pusimos una empresa que tenía motivación para que nunca terminara, porque cuando usted pone un privado a fiscalizar a alguien, usted quiere durar toda la vida porque a usted le pagan por mes, entonces ahí empiezan los problemas…

Y la tercera y última que es una firma mexicana que ha estado presentando documentación y a la fecha no ha presentado a satisfacción la totalidad de lo que tiene que presentar. Es un poco prematuro para mí decirle cuál es la solución definitiva y créame que esto es de las cosas que no me dejan dormir en la noche, porque ya estamos entrando a un nuevo invierno y teníamos que haber aprovechado este verano que se está acabando en este momento.

¿Por qué no menciona entre esas posibles obras completar el anillo de Circunvalación? Con toda la frustración que genera ver una obra terminada y no poder usarla.

Esa tiene que estar terminada, evidentemente. Esa circunvalación tiene que estar, no hay otra solución. Y de hecho hemos estado empujando, presionando para que esté, pero cuando llegamos a ver defectos como los de los tornillos que puso el contratista para sostener los postes, que la CNFL colocó, y fallan los tornillos, no puedo abrir una obra en esas circunstancias porque si un poste se cae y mata a alguien es un problemón y cuando se detectan esos defectos se deben corregir.

Pero sí, eso tiene que estar, tenga la seguridad y estamos presionando para que ocurra.

¿Incluyendo el sector de Hatillos o solo cerrar el anillo?

No, me estoy refiriendo a circunvalación Norte en la conexión por Calle Blanco, esa conclusión arriba. Lo de los semáforos por Hatillos posiblemente esté avanzado o recién terminando porque estamos en proceso de diseño y conclusión, pero sí va a llevar su rato.

Cerrar ese anillo nos va a permitir conectar todo un sistema de transporte público que circule perfectamente y que conecte con la Universidad de Costa Rica, con el tren en el Gran Área Metropolitana, con las principales troncales que vienen de Tibás, Moravia y Desamparados para que, si usted no tiene que entrar al centro de San José, no lo haga. 

Ese es uno de los tantos pasos de la sectorización del transporte, eso es de largo plazo, se van a necesitar años, pero tenemos que cambiar el transporte público porque si no va a ser insostenible y otra vez va a colapsar la carretera.

¿Y la apertura parcial del tramo entre La Uruca y Tibás que tanto se ha prometido?

El deprimido viene avanzando, ese venía muy atrasado. La parte de arriba le faltan unos meses, yo espero que eso esté para finales de este año, máximo, ahorita no tengo el dato exacto.

¿Pero cómo es que pasamos de marzo del 2022 a noviembre del 2022 y luego de marzo pasado y este abril y ahora nos dice que a final de año? ¿Cómo es que vienen anunciando esto todos los meses y ahora brincamos a medio año más?

Por los postes, hay que cambiar todos esos y porque el avance de la obra no viene al ritmo que uno quiere ver y yo le dije máximo a final de año, no es que eso sea la fecha de apertura, es que no la tengo aquí y no le quiero mentir diciendo que va a ser mayo o va a ser junio.

Sí, inicialmente dijimos abril. Es más, yo le doy ultimátum al Conavi y al contratista y a todo el mundo, pero uno no lo ve cumplirse en el tiempo en el que uno lo quiere ver. No le tengo una respuesta en este momento, pero créame que estamos presionando para que eso se pueda abrir.

Además, menciona que debería estar listo el tema de las plataformas digitales de transporte. ¿Cómo? ¿Por qué es que se prometió para el año pasado y sigue la prensa y el Congreso sin conocerlo ni tener una idea de la forma en que pretende el Gobierno regularlo?

Siguen sin conocerlo porque justamente uno de los factores de fallo es que el proyecto que se pueda presentar puede ir hacia un lado o hacia el otro, hacia el taxi tradicional o hacia el taxi moderno, que no le estoy llamando plataforma, le estoy diciendo taxi moderno y así es como se conoce en otros sitios del mundo.

Si usted tiene un proyecto que ambas partes apoyan, ahí es muy difícil que en la Asamblea (Legislativa) se pegue y eso es justamente por lo que se ha durado y no hemos logrado salir, porque hemos tenido que ir abordando una multiplicidad de temas relativos al seguro, relativos a tarifa mínima, relativos a tarifa máxima, a si esa tarifa tiene que ser por kilometraje o no, si es un permiso o si es una concesión, si es un régimen público o privado, si se necesita una licencia particular o no, si ese ocupa identificar el vehículo o no, si hay una relación entre las empresas, el trabajador y el Gobierno y cómo se regula esa relación, relativo a todos los mecanismos que hay de fiscalización y control, porque al final de cuentas es transporte público nada más que bajo una modalidad más personalizada, donde la gente tiene derecho a quejarse si el servicio no es el que se espera y entonces hay toda una serie de elementos que hay que ponerse de acuerdo para ver de qué lado se está y que los dos estén de acuerdo en que vamos por ahí.

El taxi tradicional tiene una concesión y eso significa que ellos son los únicos que pueden otorgar ese tipo de servicio y así es como la ley existente lo establece, pero eso ha evolucionado y la realidad lo ha evidenciado y estamos en conversaciones con ambos, tanto plataformas como taxis modernos como taxis tradicionales, para poder llegar a salir con ese proyecto de consenso y eso lo está liderando el señor Presidente. Yo estoy participando también con él, pero es un aspecto en el que nos reunimos con una parte y nos reunimos con la otra y vamos solucionando. Ahorita estamos ya en el último punto de acuerdo, ya todos los demás fueron acordados por ambas partes; o sea, ya tenemos el noventa y resto por ciento de acuerdo en común, pero nos hace falta el último escollo que está para la próxima reunión.

¿Cuál es ese último escollo?

Si no me equivoco, eso se refería a la parte tarifaria.

¿La idea es llevar la plataforma al precio del taxi o bajar el del taxi al de la plataforma? ¿Un punto medio? ¿Cuál es la visión del Ejecutivo?

Como estamos discutiendo el tema no le puedo hablar muy específico, pero le puedo contestar que la idea es que el usuario pague de una manera razonable, porque una de las grandes barreras que a veces experimentamos es que se cobra de acuerdo a la hora, la demanda, a cómo está la dinámica del mercado y eso nos puede distorsionar.

No puedo darle una respuesta directa, pero estamos tratando de que exista un mecanismo que permita que sea rentable para ambos, evidentemente, pero que no vaya a pegarle al usuario, que sea conveniente.

Hay una posibilidad que se discutió y entiendo aprobó luego de la segunda reunión (con las plataformas) que es que los taxistas puedan ser choferes de las aplicaciones con el mismo taxi. ¿Eso no sería avanzar hacia que la plataforma absorba el servicio de taxi?

Bueno, yo creo que ya lo están haciendo algunos de ellos. Vamos a ver, el taxista se está tratando de ganar la vida. Hay una diferencia conceptual: el taxista usted lo puede parar en la calle y levantar la mano o él está ahí estacionado en una esquina y usted se monta. Con el Uber usted tiene que entrar a la aplicación y él se dirige a donde usted esté y lo lleva a su destino. ¿Por qué el taxista no puede implementar ambas formas?

Pero estamos hablando de una forma tradicional contra otra que se va imponiendo, la mecánica del mercado ya se está alejando de ese modelo del taxi.

Pero es que hay zonas del país donde usted no tiene cobertura de Internet y entonces usted no puede llamar a una plataforma y hay momentos de mayor conveniencia, por ejemplo, saliendo de un súper lleno de cosas, entonces yo creo que la complementariedad más bien hay que explotarla para que podamos tener esa flexibilidad y entre mayor oferta tengamos, mejores precios deberíamos de recibir en el recorrido.

¿La propuesta de tercerizar pruebas de manejo y confección de licencias?

Las licencias parece que ya el Banco de Costa Rica se puede abrir y otros entes pueden participar. Con pruebas prácticas estamos preparando alianzas con entes públicos como el INA o RACSA, junto al MOPT, para poder resolver todos los problemas que hemos detectado y también establecer los esquemas que eviten la corrupción. Eso se anunciaría oportunamente.

¿Qué pasó con las sospechas que tenían ustedes con el sistema de citas y una eventual ilegalidad ahí? ¿Se hizo la auditoría forense que querían hacer?

La Contraloría General de la República hizo una auditoría y logró identificar deficiencias y que múltiples citas serán tomadas por un mismo correo electrónico y cosas de ese tipo. 

El Cosevi ha estado publicitando una auditoría forense que se declaró desierta porque no hubo un solo oferente que demostrara suficiente capacidad y creo que ahora se volvió a sacar la licitación para volver a hacer ese auditoría forense, pero ahí se conectan los dos elementos que estamos conversando, porque cuando RACSA ingrese una de las ideas es que se conecte a la base de datos del Tribunal Supremo de Elecciones, donde están sus huellas digitales, y contra eso donde usted toma la cita, agarre sus datos biométricos y que verifique que usted es usted cuando saca la cita, cuando llega a hacer la prueba y cuando llegue a recoger su licencia, entonces ahí se cortó que cualquiera esté agarrando y capturando parte de eso, igual que RACSA se supone que debe crear todos los sistemas de seguridad para que ningún otro sistema pueda entrar y hacer cualquier tipo de ilegalidad, pero todo eso está en un tema de discusión del convenio, un borrador que lo están revisando las diferentes partes que vamos a participar y esperamos en un periodo muy corto poder anunciar los criterios exactos.

Para terminar: ¿Se justifica que una de las carteras más importantes del país sea una de las que más dolores de cabeza da también?

Nuestra estructura es la que da la competitividad, la que facilita que se haga un negocio, que se mueva la gente, que viajemos, que la carga y lo que se produce se mueva, estoy hablando de puertos, aeropuertos, carreteras, trenes… O sea, es muy complejo. 

En todos los países es de las más importantes, lo que pasa es que, en Costa Rica, aunque sea muy importante, la destazaron en diferentes consejos que no dan ningún consejo: Cosevi, Conavi, CTP y todo ese montón de instancias que ya las tenemos alineadas en el esquema actual pero que una vez que las logremos integrar de vuelta vamos a poder pasar al modelo reafinado.

Lo otro es que tiene que ser siempre un gran protagonista el MOPT, porque es el que va llevando y asegurándose que el país vaya teniendo esa infraestructura que se ocupa y ahí entra la parte de Hacienda, de las finanzas, donde Costa Rica tiene un nivel de endeudamiento muy alto y no se ha tenido la capacidad necesaria, pero eso no es culpa de esta administración, venimos arrastrando una ola de nieve gigante.

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