POR Juan José Herrera | 1 de marzo de 2023, 9:00 AM

Este próximo jueves, Angie Cruickshank será juramentada como la nueva defensora de los habitantes, luego de conseguir un apoyo mayoritario del Congreso que, reconoce, la tomó por sorpresa.

La experta en Derechos Humanos aseguró que su primer objetivo será trabajar a lo interno de la institución y "ordenar la casa".

Insistió en que trabajará por y para el bienestar de toda la ciudadanía y que retomará, de manera inmediata, la fiscalización del Gobierno que su cargo la obliga a tener.

¿Cómo toma esa designación en medio de una elección tan compleja dentro del Plenario?

Lo tomo con mucha responsabilidad y un sentimiento de mucho agradecimiento. La verdad que es un honor para mí tener la oportunidad de servir a mi país de esta forma, en un área en la que me he dedicado de verdad y es el tema que a mí me apasiona. Así que con muchísimas ganas y entusiasmo de arrancar con esta nueva etapa de mi carrera y agradecida con los señores diputados y diputadas por este voto de confianza, porque ciertamente fue un proceso complicado y vimos un poquito de todo.

Honestamente, yo creo que la Defensoría, durante este proceso, no quedó muy bien planteada, no quedó muy bien parada y creo que a nivel de la generalidad de la población, necesitamos levantarle la cara a la Defensoría, volverla a llevar a ese plano donde merece estar como institución nacional de Derechos Humanos.

Y bueno, hay también un trabajo importante para devolverle la credibilidad a la población respecto a la a la institución.

¿Cuándo se da cuenta que su nombre se estaba moviendo como una posible candidata de consenso entre algunas fracciones?

Tuve un acercamiento hacia finales de la semana pasada, ahí es donde me entero que bueno, que hay una posibilidad, una discusión de que varias fracciones se pudieran unir en torno a mi candidatura.

¿Ya lo había descartado? Porque su nombre quedó fuera de la recomendación de la comisión y tampoco apareció entre los que se discutieron luego de la parálisis legislativa.

Honestamente, sí. Desde diciembre yo recibí la noticia de cómo quedó conformada la mal llamada terna. Yo estaba, precisamente, en Naciones Unidas en Ginebra en ese momento y estaba en mi quehacer y dije ‘bueno, listo, seguimos adelante’. Y la verdad es que sí, ya lo había descartado, ya estaba en mis temas regulares y por eso sí fue interesante y una buena sorpresa recibir esa llamada.

Es una elección histórica, primero por ser la primera pública que realiza el Congreso y segundo porque usted es la primera afrodescendiente en ocupar ese puesto en 30 años de la Defensoría. ¿Reviste eso de un significado diferente su nombramiento?

Sin lugar a duda, mi participación en la militancia con las organizaciones sociales tienen un arraigo absoluto, un arraigo con mi cultura, la defensa de los derechos y la búsqueda de sociedades más inclusivas para las poblaciones afrodescendientes, pero para también otras poblaciones. Así que hoy estoy aquí porque he entendido desde joven que tenía que aportar para que más niños y niñas afrodescendientes pudieran educarse en un espacio libre de discriminación y violencia.

Y bueno, hoy vemos que sigue siendo un tema que hay que discutir. Es un tema en el que aún tenemos que trabajar, formar, educar… Y bueno, en buena hora, hoy yo ostento el cargo que ostento que me permitirá poder influir más directamente y buscar realmente generar resultados tangibles para el avance de los derechos humanos de todas las personas.

Lea también

Política

Diseño de sistema del Congreso impidió publicidad en elección de nueva defensora

Si bien los diputados tuvieron que hacer público su voto, el directorio se limitó a hacer un anuncio general del resultado.

Usted consigue el apoyo mayoritario de Liberación Nacional que fue clave para esa elección, pocas semanas después de renunciar al partido y de lanzar fuertes críticas contra la agrupación. ¿Cómo?

Yo creo que es que en este proceso lo que las fracciones legislativas hicieron es un proceso concienzudo, de análisis, de realmente tomarse el tiempo y sobre todo con la madurez política de la mayoría, con muchísima madurez política, para llegar a una persona que realmente pudiera sumar voluntades.

Yo creo que el liderazgo nacional entendió que bueno, que esto se trataba del país, no se trataba del partido político este y así lo entiendo yo. Yo lo dije muy claramente en mi salida: Liberación Nacional no tiene nada que ver con mi candidatura y pues en buena hora Liberación entendió que se trataba del país y presentar una candidatura, modestia aparte, fuerte, entonces yo lo veo desde esa perspectiva.

Puedo estar equivocada, pero realmente creo que es una muestra de madurez política de las diferentes fracciones, porque de igual manera hay otros factores, como que yo vengo de Liberación, hay muchas bemoles ahí, pero finalmente yo creo que lo que imperó es pensar en el país, pensar en el fortalecimiento de la institución, darle a la ciudadanía una defensora con un buen currículo, con los atestados necesarios y realmente de mi parte yo estoy agradecida con todas las fracciones, incluso las que no me apoyaron, porque en realidad para mí es borrón y cuenta nueva.

A partir de mi juramentación me corresponderá trabajar con los 57 diputados, con el Pleno Legislativo y yo estoy encantada de hacerlo.

¿Cuáles serán sus temas inmediatos una vez que asuma?

Yo creo que lo primero, muy honestamente, es trabajar a lo interno, fortalecernos a lo interno, tomar decisiones, llegar a ciertos acuerdos, acuerdos de trabajo y de visión conjunta, porque nada hacemos corriendo cuando la casa no está ordenada. Entonces yo creo que eso va a ser una de las primeras acciones que vamos a tomar: definir una visión conjunta, a partir de la cual podamos caminar y que cada funcionario y mi persona y la Defensoría juntas nos podamos sentir responsables y obligados en nuestro accionar.

Lo segundo es que yo tengo un par de iniciativas específicas que claramente voy a poner como una prioridad, aparte de eso hay algunos temas que están sobre la mesa en este momento, que son sumamente importantes. Creo que es importante darle seguimiento algunas gestiones que ha hecho la Defensoría de los últimos tiempos.

¿Cómo cuáles?

Por ejemplo, definir una forma de fortalecimiento del Sistema Nacional de Contralorías de Servicios, que yo creo que es una forma muy específica de fortalecer al sector público para que pueda atender directamente las necesidades y las problemáticas que están enfrentando los usuarios en el uso de esos servicios y que hacen que al final lleguen a la Defensoría a presentar denuncias, pero que son en asuntos que fácilmente se pueden esclarecer y que se pueden resolver a nivel institucional.

Yo creo que hay que fortalecer ese sistema de forma tal que a la vez se pueda liberar a la institución de denuncias de ese tipo y entonces la institución pueda trabajar en temas un poco más medulares, como por ejemplo hacer investigaciones de fondo con recomendaciones técnico jurídicas fuertes, que eso es la base, la fuerza moral que tiene la Defensoría, la magistratura de influencia.

Ciertamente también trabajaré por establecer un Observatorio Nacional de Derechos Humanos que nos permita tener un panorama claro acerca de la situación general de derechos humanos en el país, que no dependa de mi informe periódico o un informe coyuntural, sino que de forma constante podamos ver cuáles son las poblaciones con más denuncias, cuales derechos se están violentando y no se les están dando seguimiento y cuáles son de responsabilidad de las instituciones, de forma tal que podamos trabajar directamente con estas instituciones para fortalecer las y para que puedan responder adecuadamente.

Lea también

Política

Angie Cruickshank es la nueva defensora de los habitantes

Tras semanas de intenso pulso legislativo, la abogada y consultora internacional asumirá el cargo con el apoyo de Liberación Nacional, el Frente Amplio y el Liberal Progresista.

¿Cuál será su posición con las direcciones de la institución? Este tema provocó una fractura institucional en la pasada administración.

Ciertamente, hay que fortalecer las direcciones porque tienen una razón de ser. Lo que pienso es que hay que hacer un análisis objetivo acerca de qué es lo que tenemos en este momento en la institución, qué es lo prioritario, qué podemos modificar, qué podemos cambiar y qué de repente se puede suprimir porque ya no es este necesario. Yo creo que ese análisis técnico hay que hacerlo para que podamos redefinir un poco la forma, los mecanismos de trabajo de la institución.

Eso implicará poder identificar y para eso es importante que el funcionariado participe, que participe en esa toma de decisión, de forma tal que entonces se pueda definir la forma en que vamos a trabajar de aquí a adelante y eso implicará este establecer mecanismos más cercanos, más eficientes de comunicación y de trabajo. Definitivamente, creo que eso es importante, pero sería será importante primero pasar por esa etapa.

¿Y los temas polarizantes? Porque ya en la elección quedó claro el peso que tienen en esa elección.

Yo, como defensora a los habitantes, el mandato que tengo es de hacer valer la legislación nacional. Estamos en un Estado de derecho, entonces lo que me corresponde es hacer valer lo que está en la Constitución y lo que está en la legislación nacional.

En ese sentido vamos a trabajar con todas las poblaciones. Yo soy una de las que creen que estamos aquí para garantizar la dignidad humana, que toda persona que tiene una afectación en sus derechos podamos atenderla, ayudarla, para que esa afectación sea subsanada. Ese es el rol de la Defensoría y ese es el rol al cual yo voy a darle en los próximos cuatro años, independientemente de las etiquetas que quieren utilizarse.

Expertos coinciden en que hay una función fiscalizadora que siempre ha tenido o debería tener la Defensoría y que en los últimos años se ha dejado de lado y es, precisamente, esa supervisión del Poder Ejecutivo. ¿La tendrá entre sus prioridades también?

Sin lugar a duda. Yo en mi caminar profesional, precisamente, trataba mucho este tema: el monitoreo y el seguimiento a las acciones del Gobierno, de los compromisos internacionales en derechos humanos, de verificar si el Estado está cumpliendo con sus obligaciones y si no lo está haciendo, entonces tenemos que tomar acciones.

Yo creo que en gran medida aquí hay que tener claridad, y entiendo que también el tema político es trascendental, pero también hay que reconocer que el Estado cuenta con un funcionariado y aquí no habla la Defensoría, sino que el aparato general cuenta con funcionarios muy buenos que quieren avanzar y quieren aportar. Lo que pasa es que a veces no saben cómo y ahí es donde estamos viendo informes y documentos y demás, que muestran que estamos teniendo retrocesos y serios problemas. Yo creo que lo que hay que hacer es apoyar a estos funcionarios para que se puedan hacer las cosas. Lo que se necesita es mayor diálogo.

Insisto, la Defensoría tiene que ser un puente para lograr algo y que para que la ciudadanía hable con los funcionarios, con los jerarcas y que los jerarcas sientan que hay una intención real de apoyar, de avanzar y no tanto de destruir y de criticar. Esa es mi perspectiva y yo espero poder contribuir significativamente desde ahí.