Entretenimiento
¿Bad Bunny cantará ‘El Sarpe’ con Toledo? Esto responde el artista tico
El cantante limonense confesó a este medio que es uno de los invitados de “La Casita”. Todos los detalles aquí.
Toledo Wolbrom Prescod —mejor conocido simplemente como Toledo o Toledo Again— es uno de los artistas más influyentes y longevos de la escena urbana y reggae de Costa Rica. Nació el 17 de enero de 1981 en Londres, Inglaterra y trasladó su vida al país desde muy pequeño y creció entre distintas culturas, lo que se ha reflejado a lo largo de su carrera musical.
Con casi tres décadas de trayectoria artística, se ha destacado por fusionar géneros como reggae, dancehall, hip-hop y sonidos urbanos, creando un estilo propio que lo ha convertido en referente de la música costarricense. Comenzó su andadura en la década de los 90 y lanzó sus primeras canciones en 1998, acercándose al público mediante sencillos que resonaron rápidamente en las emisoras del país.
Además de su labor como músico, Toledo ha incursionado en el desarrollo de otros talentos y proyectos creativos dentro de Costa Rica, apoyando a artistas emergentes y consolidando su marca personal a nivel nacional y regional.
Recientemente, el artista vivió uno de los momentos más emotivos de su carrera. En la tercera visita del artista Benito Antonio Martínez Ocasio al país, conocido como Bad Bunny, Toledo fue invitado a "La Casita", segundo escenario del artista puertorriqueño. Pero la emoción de Toledo no fue la invitación del artista del momento, sino la euforia de los más de 50 mil fanáticos presentes que gritaban con euforia "Toledo" y "El Sarpe".
En esta entrevista con Teletica.com, Toledo reflexiona no solo sobre su proceso creativo y su carrera, sino también sobre lo que significa ser auténtico y representativo de la cultura costarricense, el Caribe y la música que lo define.
Devolvamos en el tiempo… ¿Cómo llegó usted a Costa Rica?
— Bueno, entonces devolvámonos un poquitillo más. Yo nací en Inglaterra, en el sur de Londres. Después de ahí me vine para Costa Rica al año, con un año, directo a Sarapiquí, La Virgen. Ahí nos quedamos viviendo un tiempo. Mi hermano, Dj P, nació en el 84 en Ciudad Quesada. Pero íbamos mucho a Limón porque mi tata exportaba a Inglaterra, por eso fue que se vino para Costa Rica. Me devolví a Inglaterra para hacer toda la escuela, hasta sétimo, y después de sétimo me vine para acá para hacer mi colegio aquí. Y de ahí no más, me quedé viviendo en Costa Rica. De ahí en adelante prácticamente llevo más años en Costa Rica que en Inglaterra, pero más tico que inglés, la verdad. Los ingleses lo que me dieron fue un buen pasaporte, gracias a Dios.
—Cuando ustedes llegan acá a Costa Rica, usted tenía un año. ¿Lo hacen porque sus familias ya tenían raíces acá o por una situación laboral?
—Mi papá importaba… y la familia importaba de Europa frutas y vegetales exóticos, que son lo normal de aquí: banano, yuca, chayote, etc. Entonces vino a Costa Rica porque había más variedad para poder exportar para afuera. En un país podía conseguir todo lo que ocupaban para exportar, en vez de ir a comprar mango aquí, comprar no sé qué allá. Eso es como la idea. Por eso fue que vino a Costa Rica, y porque a mi tata le encantaba, la verdad, por supuesto.
—¿Cómo fue crecer en Costa Rica y adoptar esta nacionalidad como suya?—¿Qué siente que lo emocionó más o que lo llenó más como artista? La primera vez que se escuchó en radio, o esta vez que vio el Estadio Nacional, como usted dice, en vez de gritando un gol, gritando que Toledo cantara El Sarpe.
—Hay épocas en la vida, stages, como niveles y cosas. O sea: la primera vez que usted se sube a una tarima y la gente corea una canción suya, es otro high riquísimo, ¿verdad? Cuando la gente te pide fotos en la calle… porque uno va paso a paso para llegar a cien.
Y empezando aquí, como le estaba explicando ya, la siguiente es: hay que pensar en grande. Me encantaría hacer un concierto en el Nacional, o sea, llegar a lo que pasó ahora con Bad Bunny, la energía. El siguiente paso es: ¿por qué los ticos no podemos hacer un concierto sin un internacional en el Estadio Nacional? Creo que ya es hora.
No es que le tenemos fecha, pero es como ideas. Y las varas vienen porque viene una idea, y después se desarrolla y se ejecuta. En ese momento, en mi ley de atracción, en mi cabeza, eso es la energía. Es rico.
Hay gente que va a decir que estoy loco. Todo es posible. Hay gente que pensaba que lo que estamos haciendo ahora…
Ver esta publicación en InstagramUna publicación compartida de Teletica Entretenimiento (@teleticaentretenimiento)
—Hace como una semana salió el Spotify Wrapped, y salía que Costa Rica no escucha lo que producen los ticos, y que es uno de los pocos países que lo hace. ¿Qué opina sobre el apoyo de los costarricenses a la música nacional?
—Bueno, no lo saben. Ellos sí escuchan. En la vara decían —estaban comparando con artistas como Bad Bunny, como Beéle, como toda esa vara— viendo los números de los ticos. No era cero, porque sí lo consumen. Sí lo consumen, pero a menor escala. Tal vez otros países apoyan más lo nacional.
Tengo una pregunta: ¿qué es diferente en Costa Rica? Es diferente cuando hay un movimiento. Cada país tiene su momento. Puerto Rico tuvo su movimiento, lo está teniendo. Después se pasó, ahora llegó a Argentina. México tiene su propio núcleo de industria dentro de ellos; ellos no tienen ni que salir de México para hacerlo, ¿verdad?, porque son mucha gente, 120 millones de habitantes.
Eventualmente Costa Rica va a tener su tiempo, pero es de 100 artistas trabajando bien, sin serrucho. Yo lo dije en la canción del DJ en el 2009, y hasta hoy se está reflejando: cero mala vibra, cero envidioso, cero serrucho, cero baboso. Si nos juntamos todos, hacemos un imperio. Yo lo vengo diciendo desde hace rato.
—¿Qué cree que falta en Costa Rica para que podamos lograr ese imperio musical que menciona? ¿Y a qué plazo lo ve posible?
—Yo no sé, di… no es de desesperados. Hay gente que estaba a punto de dejar todo tirado, pero dio ese último paso y fue el cambio porque lo llevó al éxito. ¿Usted nunca ha escuchado eso tantas veces? Hay tantos artistas de Costa Rica que estaban a punto de hacerla y lo dejaron tirado porque se asesinaron, o porque “ya no me siguen”, o “me la están tirando”. Entonces el momento se va y tiene que empezar de cero.
Lo que nosotros tratamos es nunca… hasta que uno sea bueno a veces, pero nunca saber dónde te va a llevar. Esta vara no es de dinero, es de pasión. Si algo te apasiona, nunca vas a parar de hacerlo, con o sin dinero. Siempre lo vas a hacer. Mi recomendación es: si no tenés pasión, no perdás tiempo. Pero si tenés pasión, pele. Y eventualmente las puertas se van a abrir.
Hoy en día la gente se desespera porque quiere resultados ya, y a veces hay que sembrar para después tener la buena cosecha.
—Ahora que mencionaba todo esto, ¿podemos volver a los cambios en la música? ¿Cómo ha sido esta transformación desde que inició su carrera y cuál ha sido su aporte al crecimiento del género?
—Es cierto, es cierto. Bueno… voy a decir algo. Yo soy reportero en mi día. Entonces cada 10 años su día cambia. Analice su día: de 0 a 10, de 10 a 20, de 20 a 30… son diferentes etapas, correcto. Todo mundo.
En la música, por lo menos en lo mío, de 10 a 20 yo era X persona: el X fiestero, el X problemático. De 20 a 30, diferente. En este momento estoy en los 40–50. Ese es otro viaje: cuarto piso, ¿verdad? Por ahí.
Yo solo he demostrado a mucha gente: madurez, pasión, perseverancia, resistencia. Porque no paro de trabajar: tele, tele, tele, tele. Nunca conformes. Y yo creo que eso es una enseñanza para otras personas, porque hay mucha gente que dice: “Volvieron a cantar porque están viendo que sí hay un movimiento”. Eso es lo que yo he aportado.
Yo he aportado que somos como una empresa, como tipo empresarios. Que no nos vean como que la música urbana automáticamente es maleantería, porque esa es la forma que la ven algunos. Yo siento que lo que hemos demostrado es: somos pulseadores. Hay que pulsearla en todas. Entonces es parte de la pulsea. Eso es lo que hemos demostrado. Todos somos pulseadores en algo. Eso es lo que hay que canalizar: la energía y lo que le apasiona a uno.
—¿Cuál cree que ha sido su mayor reto en su carrera musical?
—No sé… el mayor reto en mi vida. Yo trato de que nada me afecte, porque yo veo las cosas más que todo como un proceso. Entonces: “tal cosa pasó”, hay que pasar la hoja y seguir adelante. No quiero quedarme en el pasado porque si me quedo en el pasado nunca voy a salir al futuro, y la vida pasa muy rápido. Eventualmente uno se da cuenta: “Ah, esa vara pasó, pero me llevó aquí”, ¿me explico?
Entonces no lo veo como retos, lo veo como etapas de la vida.
—¿En algún punto pensó en dejar la música, o más bien ha sido su motor?
—Dejar de hacer música, nunca. Nunca, porque es pasión. Repito: cuando algo le apasiona, nunca lo va a dejar, con o sin dinero. Pero cuando no te apasiona algo, la gente dice: “Madre, no tengo nada, voy a dejar esta vara botada”. Y yo les he dicho: si lo vas a tirar porque no está generando plata y no te sirve… no te apasiona. Entonces mejor dejalo y trabajá en otra cosa.
La música es una lotería. Usted no sabe. Puede ser que los mejores músicos ni siquiera pegan. Hoy en día no es tanto de música: yo siento que hoy en día —y no lo digo por mí, lo digo en general— hay que ser un genio de telemercadeo antes de ser talentoso en música para poder pegar. ¿Me explico?
El movimiento es increíble, pero el mae es un genio de telemercadeo. Analícelo: el mae puso una casa, un estadio, y todo el mundo del mundo —no solo Costa Rica— quiere estar en esa casa. Oiga, no solo es una casa, pero el marketing que el mae hizo… el mae es un genio. O los que trabajan con él son genios, ¿verdad?
No lo analice como el movimiento de la casita. Analícelo como: es una casita. Es como que yo construyo un ranchito en una tarima, usted va a decir: “Ese ranchillo, ¿qué?”. Pero como Bunny lo proyectó de una manera, es como: wow. Marketing genius.
—Y la parte de marketing, ¿cómo trabaja usted este proceso creativo para lograr la combinación de los ritmos, letras, pero sin perder la autenticidad que lo ha caracterizado en toda su carrera musical?
—Sí, mi mamá es de Barbados y escucha mucho Soca Calypso. Yo soy prácticamente de Costa Rica, pero cuando usted va al Pacífico y va al Atlántico, son dos culturas totalmente diferentes. Siempre estamos hablando de diferentes culturas. Mi padre es judío, blanco y la familia él es de Polonia, originalmente. Entonces, son un montón de culturas y es basado en culturas, no es tanto en música, es en culturas y entender diferentes sonidos, etcétera, ¿verdad?
Entonces, yo soy una persona que a mí no me da miedo, que hay gente que le da miedo, “no, es que yo soy rock y solo no puedo tocar”, “no, es que yo soy reggaetón y solo reggaetón”. A mí me gusta música. Y lo dije, voy a volver a la letra del DJ en 2009: música es música, no importa el género. Es rico. El problema es que nosotros, los seres humanos, nos gusta encajarnos en cajitas. Este maestro, ese maestro plancha, maestro. Música es música y música es de lenguaje universal. Es rico.
Pues sí, siento que tener sonidos frescos es de estar, como le decía DjP, mi hermano, es una máquina en eso, porque el maestro ama la música. Entonces, él no dice “mae, quiero hacerme un reggaetón”, mae solo empieza a hacer música. Y puede ser que termina un danzal con sonidos de cumbia y guitarras de Spanish guitarra o a un flamenco. Entonces, la letra yo la escribo. La instrumental, por ejemplo, la hace P con Marco Castro, dependiendo de cuáles instrumentos en vivo vamos a usar y traemos diferentes personas para mejorar. Y el sonido fresco viene de ellos.
Y dependiendo de lo que… a mí no me da miedo que me critiquen por algo que hice. Me han criticado porque he cambiado diferentes géneros. Todas las personas se critican. Son gente que me van a criticar no importa qué hagan. Y yo no vivo de la crítica de nadie. Yo vivo porque estoy haciendo lo que quiero hacer, tratando de hacer algo diferente. Y no puedo no ser Toledo. Yo soy el mejor Toledo. Porque nadie puede ser un mejor Toledo que Toledo. Porque solo hay un Toledo. No hay Toledos.
—¿Cómo ha sido crecer en la industria musical y posicionarse con su hermano al lado?
—Mi hermano y yo somos socios 50-50 en todo. Inversión, ganancia, todo. Cuando hacemos música es 50-50. Cuando hago un show con DjP, él es el DJ, yo soy el cantante. Cuando se hacen el booking, es mi hermano o yo hago el booking. Cuando vamos a hacer un video, él graba y hace la edición. Yo consigo lo que necesita para poder hacerlo. Todo es 50-50.
Entonces, eso es una sociedad, es una hermandad. Somos una familia y al mismo tiempo somos socios 50-50 en todo. Eso es muy sencillo. No hay ni por qué pelear ni nada. Porque uno más uno es dos, ¿me entiende?
—¿Y desde que iniciaron ha sido así?
—Desde que iniciamos como independientes ha sido así, sí. Porque antes de eso yo estaba con disquera. Que es 2006, por ahí. 2005. Sí, fueron buenos 20 años ya. Mi hermano es menor que yo, ¿verdad? Yo le llevo 3 años. Pero somos socios en todo, sí.
—¿Qué significa para usted la música? ¿Cómo podría describirlo?
—La vida. La vida. Música es vida. Sin música la vida no tiene sentido para mí. Lo primero… cuando una persona queda embarazada, porque hay un latido del corazón, ¿no? Hace el ultrasonido, hay un latido del corazón. Ese latido del corazón es un ritmo musical. Nosotros crecimos… ¿por qué usted cree que la música…? Son muy pocas personas en el mundo que no les gusta la música. Porque ese ritmo cardíaco tiene un ritmo. Nosotros somos música. Nosotros no yo, ¿verdad?, sino el ser humano. En general, sí, somos música.
—¿Qué quiere lograr Toledo con su música actualmente?
—El cantante evoluciona por su edad, no porque la música está cambiando. Yo no puedo cantar lo mismo que canta cuando tenía 20 años. Claro. Son dos vidas completamente diferentes.
Hoy soy padre de familia. Hoy yo no pienso como pensaba a los 20 años. Y si alguien a los 40 piensa como cuando era 20, está tonto, no aprende, ¿verdad? Y por eso el sonido va a cambiar. El sonido va a cambiar porque usted está cambiando. Pero yo… a mí no me da vergüenza ser lo que soy. Hay mucha gente que le da vergüenza ser lo que son y me gustan.
Y cuando la gente lo entrevista, normalmente siempre tratan de ser políticamente correctos. Pero yo prefiero ser lo que soy. Caigo bien o caigo mal, pero así soy yo y no voy a decir eso. Y es más horrible también por ser muy auténtico y decir lo que me da la gana. Sí, sí, sí, he perdido negocios por ser así, pero así soy yo. Estoy muy para adelante. Por lo menos, soy real hacia mí mismo.
—¿Cuáles creen que son esos temas que usted quiere expresar con su música actualmente?
—Mi último disco. Es 100% roots, cero estrés. No estoy diciendo que nunca tengo estrés. Lo que estoy diciendo es cómo usted maneja ese estrés. Lo manejo con el código cero estrés. “Ah, hay una presa en la calle, voy a hacer… hay una presota ahí. Necesito un poco llegar tarde. Pues, eh, nomás go with the flow, you know.
Yo en este momento tengo tres discos listos que no he soltado todavía, pero este fue el último. Pero tengo otros que van a salir ahora. Son como… como Cero Estrés es un disco de roots reggae. Y tengo otro que es dancehall noventero con sonidos 2025. Y eso es hecho con Kila, producción Kila, Kila Productions. Y el álbum se llama Kila, que es Toledo y Kila.
Pero eso no ha salido, se sale ya en dos años. Más bien el primer tema de ese álbum fue “A mí no me interesa lo que piensan de mí”. De ahí viene este álbum. Y era una prueba por lo que decía la gente y ahí funcionó.
—Si pudiera devolver el tiempo, ¿cambiaría algo de su carrera musical o hubiera elegido otra carrera?
—No.
—¿Y nunca ha pensado qué hubiera sido de usted si no hubiera sido cantante?