Por Juan José Herrera |8 de marzo de 2022, 6:00 AM

La Asamblea Legislativa con mayor cantidad de diputadas en la historia (26) quedará también en la memoria como una de las más productivas en la legislación a favor de las mujeres.

En cuatro años de trabajo, el Congreso aprobó 14 expedientes que se convirtieron en leyes de la República, al tiempo que la Comisión Especial de la Mujer dictaminó, hasta mediados de febrero anterior, 22 nuevas propuestas. Los proyectos discutidos superaron los 60.

El actual grupo de diputados consiguió sumar voluntades para atender problemáticas históricamente obviadas como el acoso sexual callejero, que desde mediados de 2020 es un delito castigado con cárcel.

Además, realizó dos reformas sustantivas a la Ley de Penalización de Violencia Contra las Mujeres y al Código Penal para ampliar la definición de los feminicidios y aumentar así sus penas.

La primera, de marzo anterior, incrementó el ámbito de la aplicación de la ley para que cualquier relación o vínculo de pareja pudiera ser considerado un feminicidio; la segunda, de agosto pasado, para que esa definición también aplique incluso en aquellos crímenes en los cuales no mediaba ninguna relación.

Niélsen Pérez, diputada y secretaria en la Comisión de la Mujer

En la lista destacan también dos reformas aprobadas a la Ley Contra el Hostigamiento Sexual en el Empleo y la Docencia, una para publicitar los nombres de personas que tengan resoluciones en firme y combatir así el “amiguismo” en el sistema; y otra que aumentó el periodo para poder denunciar cualquier tipo de abuso en el sistema educativo.

La Ley de Parto Humanizado que combate la violencia obstétrica o la Ley Contra el Hostigamiento Sexual en el Deporte son también parte de la herencia importante que dejará el actual Congreso al país.

Cerrar filas

¿Pero cómo logró este Congreso legislar finalmente sobre problemáticas que habían permanecido históricamente desatendidas?

Para Shirley Díaz, presidenta actual de la Comisión de la Mujer, el hecho también se explica por el liderazgo que, como mujeres y desde ese órgano, pudieron tomar en el Plenario.   

Declaraciones de Shirley Díaz, presidenta de la Comisión de la Mujer

Esa suma​ de voluntades no alcanzó, sin embargo, para derribar otras barreras donde el cerco apuntaba más alto: estructuras de poder que, dicen las diputadas, explican problemáticas de paridad y son parte del rezago histórico en aspectos como empleo o salario equitativo.  

Empleo, igualdad salarial, paridad de género y violencia política, los grandes peros.

Si bien el Plenario y la Comisión remaron casi al unísono cuando de combatir el acoso y la violencia física se trató, otras luchas menos visibilizadas y más estructurales seguirán en la lista de pendientes del país.

Tanto Shirley Díaz como Nielsen Pérez coinciden plenamente en que los grandes pendientes de este cuatrienio son hasta ahora la no aprobación de la ley que castiga la violencia política contra las mujeres y los varados proyectos de reforma que buscan establecer de lleno la paridad e igualdad de género dentro de los partidos políticos. 

Ambas luchas han encontrado una férrea oposición en Cuesta de Moras, por ejemplo, con la presentación de casi 400 mociones al expediente de violencia política; o bien, la negativa recurrente a siquiera avanzar en la discusión de las reformas en temas de paridad electoral, que es precisamente la que ha conseguido que hoy haya más diputadas que nunca antes en la historia.

Para Pérez, la explicación es casi lógica: mientras en los proyectos de violencia la lucha es contra la sociedad, en aquellos donde se lucha contra la brecha remunerativa o a favor de la equidad laboral, el combate es contra los grupos de poder. 

Díaz reconoce que esa lucha existe y, como su compañera, acepta que es más difícil de combatir, pero insiste en que no sería posible si antes no se atendía esa otra base social.

En el tintero de la actual Asamblea Legislativa quedarán otras iniciativas como la de remuneración a los familiares de víctimas de feminicidios o la ley para fortalecer la figura de las vicealcaldesas, proyectos que ante el escaso tiempo deberán ser heredados al futuro Congreso.

Hoy, en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, las 26 diputadas del actual Congreso recibirán en Cuesta de Moras a las 27 legisladoras entrantes, en una simbólica entrega de estafeta entre dos grupos que, por sí solos, ya son una parte histórica en el capítulo de la igualdad costarricense. 

Especial Mujer