Por Juan José Herrera |1 de febrero de 2022, 14:41 PM

Ninguno de los candidatos presidenciales que hoy lideran las encuestas de cara a la elección del próximo domingo respalda el acuerdo actual con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Así lo afirmaron los seis aspirantes que encabezan la intención de voto e incluso también el oficialista Welmer Ramos en medio del debate organizado por Radio Monumental.

Todos estuvieron de acuerdo en que el acuerdo es necesario e importante, pero no bajo los criterios que ha defendido el gobierno de Carlos Alvarado, que incluye una serie de proyectos de impuestos que no han logrado superar el trámite legislativo.

“Las metas están claras pero no estamos de acuerdo con la forma. Seguir subiendo impuestos con la economía ralentizada no va a permitir generar empleos ni reactivar la economía”, dijo Eliécer Feinzaig del Liberal Progresista.

“Tenemos que poner en orden la casa antes de pensar en más impuestos”, dijo Lineth Saborío (PUSC) antes de precisar que buscaría también la renegociación de ese acuerdo.

“El acuerdo no es un fin, es un instrumento. Este acuerdo no es más que un torniquete porque el PAC se comió la bronca solo con las partes débiles, los costarricenses”, afirmó Rodrigo Chaves del Progreso Social Democrático.

Chaves incluso fue más allá y dijo que el acuerdo tiene que ser totalmente nuevo porque el actual es “inadecuado”.

Incluso Welmer Ramos, del oficialista PAC, se mostró a favor de esa renegociación.

Si bien el actual diputado ve con buenos ojos la carga impositiva propuesta en virtud de la necesidad de nuevos ingresos, dijo estar en contra de otro componente del acuerdo que es el proyecto de marco de empleo público, precisamente por sus roces de constitucionalidad en el apartado de división de poderes.

Añadió, además, que está en contra de que en esa reforma se haya incluido la objeción de conciencia, que establece que los servidores públicos podrán alegar convicciones religiosas, éticas y morales para negarse a recibir procesos de capacitación obligatorios para el cumplimiento de sus labores y que fue impulsada por el bloque Nueva República gracias a una negociación de sus votos.

Precisamente Fabricio Alvarado (NR) dijo que su partido ya está conversando con el FMI en busca de alternativas pues dijo estar claro en que el organismo multilateral no pidió más impuestos, sino una ruta para sanear las finanzas públicas.

“El Gobierno fue el que planteó el camino de los impuestos”, criticó.

José María Villalta (Frente Amplio) festejó el acuerdo unánime que parece haber en el tema y lo celebró como una oportunidad para que el gobierno entrante tome una posición de consenso.

“Es una oportunidad para que el próximo gobierno abra el diálogo y construya un acuerdo viable, porque las pequeñas empresas y el pueblo ya no aguantan más carga tributaria. Hay que combatir la evasión y elusión”, dijo.

Finalmente, el liberacionista José María Figueres subrayó que el acuerdo con el FMI es vital como un sello de aprobación y confianza que ese organismo le daría al país en el contexto internacional, por lo que hay que mantenerlo para asegurar que las bondades que acarrearía.

“Un acuerdo con el FMI es importante porque la herencia que estamos recibiendo de dos administraciones y un pésimo manejo económico nos hace necesitar ese sello de aprobación que nos da el FMI, pero queremos ir más allá, crear confianza, porque con eso viene la inversión y con eso el trabajo y el crecimiento de la economía”, finalizó.

De los dos ejes del acuerdo el Gobierno solo ha cumplido con el apartado de contención del gasto, mientras que en la generación de ingresos ninguno de los ocho proyectos presentados ha logrado convertirse en ley y no parece haber voluntades en la Asamblea Legislativa de que eso suceda.

La única iniciativa que ya logró llegar al Plenario es precisamente la reforma al empleo público, pero que sigue enfrascada en el análisis constitucional.

Elecciones 2022