Por Rodolfo González |28 de septiembre de 2021, 10:30 AM

Es contradictorio. Casi que raya en lo ridículo En un país que pregona a todo el mundo el amor por la naturaleza, es fácil contactar a un cazador de aves para comprar varios ejemplares.

En un reportaje emitido este lunes en el programa 7 días quedó claro que basta enviar un Whatsapp o escribir en Facebook y "entrar en negociación" con estos comerciantes ilegales.

Nuestra compañera Bárbara Marín demostró no solo lo sencillo que es comprar un ave, sino también nos dio un recorrido para ejemplificar las enormes consecuencias que sufren estos animales en cautiverio.

Según cifras mostradas en el trabajo y las declaraciones de los mismos entrevistados, la conclusión es que este fenómeno está aumentando.

Hay dos formas de combatir esta ilícita actividad: una es aplicar la ley contra quienes mueven este negocio. Como quedó evidenciado en el reportaje, la práctica es tan común que algunos ni siquiera creen que lo que están haciendo es prohibido. (Conste, no se puede argumentar ignorancia de la ley para justificar un hecho de este tipo).

Uno de los entrevistados también explicó como el proceso de denuncia es complejo y, en alguna medida, pone cuesta arriba cualquier intento por sacar a la luz esta práctica. Esto es algo que hay que cambiar.

El otro camino educar y concientizar. Es decir, no apelar al castigo, sino al sentido común. En otras palabras, trabajar para que todos entendamos que esto no solo es un negocio que va contra la ley, sino también que pone en jaque una de las riquezas naturales que le da a Costa Rica prestigio mundial.

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