Un líder como Scaloni

Carlos Aguirre / Consultor Desarrollo Humano Estratégico.

Después de treinta y seis años de espera, Argentina se coronó nuevamente campeón del mundo y, con ello, la Copa Mundial de Fútbol regresó a América, un suceso que no ocurría desde hace veinte años. 

Son muchos los entrenadores que estuvieron al frente de la Selección de Argentina, muchos de ellos con un palmarés impresionante. Sin embargo, Lionel Scaloni fue el encargado, junto con un grupo de futbolistas, quizás de poco nombre si se comparan con los de otras selecciones, de alcanzar el éxito.

Con base en lo anterior es que hoy nos preguntamos ¿qué hace un líder para dirigir un equipo no solo de veintiséis jugadores, sino también a toda una delegación que está compuesta, entre otros, por su cuerpo técnico, doctores, utileros, masajistas, psicólogos, periodistas y encargados de video, entre otros? Se trata de una delegación de más de 50 personas bajo unas circunstancias en las cuales no hay mucho espacio para fallar.

Algunos aspectos que merece la pena rescatar de un líder que supo conducir a su equipo hasta lo más alto y lograr que fuera campeón del mundo son los siguientes:

• Humildad en la derrota: su debut no fue el esperado, sin embargo, en sus declaraciones, Scaloni siempre fue mesurado, pues sabía que no es como se inicia, sino como se termina.
• Resiliencia: en un torneo de esta envergadura no se tiene mucho tiempo para lamentar las derrotas. Al día siguiente, todos se deben levantar y planificar el partido que sigue, porque ese es el más importante. Un líder solo debe aprender del pasado, pero no puede detenerse.
• Manejo generacional: actualmente, los líderes deben dirigir tanto a colaboradores inexpertos como a los experimentados. Dentro de sus veintiséis jugadores, algunos eran realmente jóvenes, pero Scaloni creyó en ellos desde un inicio por encima de los consagrados por sus años y logros alcanzados.
• Tomar decisiones: en ocasiones, los líderes no son los más populares. Ellos deben tomar decisiones y vivir con sus consecuencias. Nosotros no somos producto de las circunstancias, sino de nuestras decisiones. En el caso de Scalonni, él tuvo que hacer elecciones durante cada partido, sin mucho espectáculo, sin muchos aspavientos y sin pedir permiso, pues simplemente sabía que estaba en ese puesto para dirigirlo.
• Primero el equipo: él demostró que, ante todo, siempre estaba el equipo. Si no se está al cien por ciento, entonces no se puede jugar. En las empresas, nos contratan para mostrar nuestro mejor despeño, mientras que el líder es responsable de tomar en cuenta a los mejores.
• Líder cercano: por los comentarios de los jugadores, por lo que se puede observar en entrenamiento y sobre todo en los partidos es cercano no solo a sus jugadores, sino también a su cuerpo técnico, al final están ahí para ser considerados, que sea líder no le hace un sabio ni un sabelotodo.
• Ser fiel a su estilo: Scaloni no cambió su estilo ni siquiera cuando Argentina llegó a la final. Él no se volvió loco ni en las derrotas ni en las victorias.

Es mucho lo que se puede aprender de un líder que ganó la Copa del Mundo como Scaloni. ¿Cuáles otras competencias sumaría usted? ¿Algunas de estas competencias de liderazgo están presentes en su propio estilo? ¿Cuáles le gustaría que adoptara su organización?