Lecciones de los 'Osos de Chicago'

Carlos Aguirre / Consultor Desarrollo Humano Estratégico.

Existen varias lecciones que se pueden aprender de un equipo de la NFL (Liga Nacional de Fútbol Americano) que, durante su cúspide, no supo manejar un camerino, por lo cual comenzó a ir en declive en una época donde, por el contrario, tenía la oportunidad de ganar muchos más títulos: lo llamaba un Equipo de Aguilar, a pesar de que su nombre oficinal es Chicago Bears (en español, Osos de Chicago). 

Es un equipo de fútbol americano fundado en 1920 con el nombre de Decatur Staleys, y que es una de las dos únicas franquicias fundadoras de la American Professional Football Association (posteriormente NFL) que todavía permanece en la liga. Los Staleys se trasladaron a Chicago en 1921 y adoptaron la denominación de Bears un año después.

Los Bears son uno de los equipos más laureados de la NFL. A lo largo de su historia ha ganado un total de nueve títulos nacionales (ocho campeonatos pre-Super Bowl y uno Super Bowl), cuatro títulos de conferencia y diecinueve títulos de división. Son el equipo con más números retirados de toda la NFL y el que cuenta con más miembros en el Salón de la Fama del Fútbol Americano Profesional. También es la franquicia que más partidos ha ganado en la historia de la NFL.

¿Cuáles lecciones se pueden aprender de un equipo que pasó de ser ganador para luego no ganar un Super Bowl? Se trata de lecciones que podemos aplicar no solo en los deportes, sino también en el mundo corporativo.

• Escuchar y aprender todo lo que se puede de los compañeros de equipo. Nuestros días no estarán bien finalizados si no hemos aprendido algo de nuestros propios compañeros.
• Nunca entregar un trabajo en donde no se haya puesto todo el corazón. La mediocridad debe estar alejada de los equipos que quieren llamarse de alto desempeño.
• No es necesario esconderse. Se debe dar la cara en los buenos y en los malos momentos.
• Un equipo triunfador está hecho de individuos que se desempeñan muy bien individualmente, quienes dan su talento especial, su sabiduría, pero, sobre todo, su compromiso. Se necesita valor y madurez para compartir los talentos especiales, de manera que todos puedan crecer juntos.
• Estar de acuerdo en un objetivo, lograr ese consenso y apoyar el bien común del equipo.
• Aprender a comunicarse. Aunque algunas ideas no son muy placenteras de expresar, se debe encontrar un balance: decir lo bueno y lo malo sin ser cruel o destructivo, así como no enojarse por cuando se reciben las críticas y, más bien, verlas como una forma de mejorar el desempeño.
• Mejorar en el oficio, pues la intensión no lo es todo. Hay que reconocer que siempre se puede aprender algo nuevo. Nunca se podrá saber todo. Si usted deja de crecer, entonces el equipo también dejará de hacerlo.
• Aprender la ejecución, hacer nuestra parte y que nuestras habilidades se enlacen con las del equipo.
• Si desea jugar en un equipo triunfador, no puede ignorar ningún aspecto; usted debe estar totalmente comprometido.
• Un equipo es como una familia, cada uno tiene su propio lugar en ella.
• Cada uno tiene que hacer su trabajo, su parte es la parte más importante.
• Si alguien tiene un problema, este se convierte en el problema de todos.

Estas son algunas de las lecciones que podemos aprender de uno de los equipos más exitosos de la NFL.

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