8 de mayo de 2023, 16:54 PM

Dr. Alexander López/ Académico de la Universidad Nacional. 

Hoy día somos más de 7 mil millones de personas en este planeta, la inteligencia artificial compite y desplaza en algunas áreas a la inteligencia humana, el cambio climático amenaza con crear una inestabilidad planetaria de grandes dimensiones, la globalización y las redes sociales han hecho que el mundo esté interrelacionado de una manera nunca antes vista y la desigualdad social se dispara cada día más en todos los rincones del planeta, todos éstos elementos hacen que tengamos un mundo más volátil, más incierto, y por supuesto más complejo.

Tomando todo este contexto, las instituciones de educación superior deberían preguntarse: ¿cuáles son las grandes tendencias que se deben tener en cuenta para adaptarse a este mundo transformado? Se señalan en este artículo cuatro en concreto.

En primer lugar, las máquinas que los humanos han construido y los algoritmos que las conducen, amenazan una de las particularidades de los humanos, como es la inteligencia, ello sin duda plantea un reto para las universidades y la sociedad en su conjunto, este es: ¿cómo complementar la inteligencia humana con la artificial? La inteligencia humana tiene habilidades en áreas como el razonamiento abstracto, la creatividad y el pensamiento crítico, mientras que la inteligencia artificial tiene habilidades en áreas como el procesamiento rápido de datos y el análisis predictivo. Combinar las fortalezas de ambos tipos de inteligencia puede dar lugar a soluciones más efectivas.

Así, se puede utilizar la inteligencia artificial para mejorar la toma de decisiones; la inteligencia artificial puede analizar grandes cantidades de datos y proporcionar información, recomendaciones precisas y basadas en datos para ayudar en los procesos de toma de decisiones informadas, igualmente la inteligencia artificial puede ser utilizada para generar ideas creativas, pero es la inteligencia humana la que puede evaluar y seleccionar las ideas más viables para la innovación.

Una segunda tendencia es la profundización del aprendizaje híbrido, lo cual no significa solamente combinar el aprendizaje virtual con la clase presencial, que es lo que la mayoría de las instituciones están haciendo (aunque algunas inexplicablemente están volviendo totalmente a la presencialidad); sino la posibilidad de aplicar los conceptos aprendidos en el mundo real. Por lo tanto, no es solo aprender desde cualquier lado (criterio de flexibilidad), sino también aprender desde todo lado (criterio de inmersión).

En tercer lugar, el reemplazo de las clases magistrales por el aprendizaje activo-vivencial. Las clases magistrales son un buen medio de enseñanza, pero un muy mal modelo de aprendizaje. Así, con toda la información digital que se dispone hoy día de forma incluso gratuita, parece poco razonable pagarle miles de dólares a una persona simplemente para que llegue a repetir información, que puede ser encontrada en otras partes a un precio más bajo. El verdadero valor agregado está en el desarrollo de aprendizaje vivencial que pueda ser incorporado y que no se encuentra fácilmente en una lectura “online”. Claramente, nuestro cerebro no funciona solamente por escuchar, mucha de esa información es fácilmente olvidada, así los mejores sistemas de aprendizaje vienen por la aplicación del conocimiento y el aprendizaje emocional.

Finalmente, se necesita enseñar habilidades que mantengan vigencia a través del tiempo, estas habilidades blandas son cada vez más importantes en el lugar de trabajo debido a la creciente automatización y digitalización de muchos trabajos, ya que estas son difíciles de automatizar y son esenciales para el trabajo en equipo y la comunicación efectiva en un mundo cada vez más globalizado. Entre las principales están:

1.    Inteligencia emocional: la capacidad de reconocer y manejar las emociones propias y de los demás, y utilizarlas de manera efectiva para comunicarse y resolver conflictos.

2.    Pensamiento crítico: la capacidad de analizar información y argumentos de manera objetiva y llegar a conclusiones bien fundamentadas.

3.    Creatividad: la capacidad de generar nuevas ideas y soluciones originales a problemas.

4.    Trabajo en equipo: la capacidad de trabajar de manera efectiva en equipo, colaborar con otros y resolver conflictos de manera constructiva.

5.    Comunicación efectiva: la capacidad de transmitir ideas de manera clara y persuasiva, y escuchar activamente a los demás.

6.    Adaptabilidad: la capacidad de adaptarse y trabajar en entornos cambiantes y desafiantes, y aprender nuevas habilidades y tecnologías.

7.    Liderazgo: la capacidad de influir en otros y motivarlos para lograr objetivos comunes.

8.    Resolución de problemas: la capacidad de identificar y abordar problemas de manera efectiva y encontrar soluciones creativas.


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