18 de julio de 2022, 8:00 AM

Carlos Aguirre / Consultor Desarrollo Humano Estratégico.

Oficina independiente o campus: para grandes empresas orientadas a la creatividad

Se trata de empresas donde el activo más valioso son sus personas, pues sus empleados tienen los conocimientos necesarios para generar la creatividad que necesita la organización. Por ello, el ambiente de trabajo debe facilitar la llamada “recombinación de conocimientos” entre el personal, es decir, el proceso mediante el cual la innovación surge cuando el conocimiento existente se combina de formas novedosas.

Según estos investigadores, la recombinación de conocimientos funciona mejor cuando las personas se encuentran juntas físicamente y pueden ayudarse mediante señales de lenguaje no verbal. También son cruciales la retroalimentación inmediata y las actualizaciones para las discusiones y la lluvia de ideas. Debido a esto, las reuniones por plataformas virtuales no son suficientes, ya que la transferencia de conocimientos no es tan ágil ni se pueden generar encuentros espontáneos entre los trabajadores. Asimismo, en las grandes empresas resulta importante la coordinación mediante comunicaciones regulares, pues estas aseguran la solución de obstáculos y el avance hacia las metas en común.

Un ejemplo de esta configuración de trabajo de oficina independiente y campus es Apple. Steve Jobs fue al Consejo Municipal de la ciudad de Cupertino, California, y expuso su visión de una casa circular de vidrio futurística que serviría para promover la creatividad y la colaboración. Jobs creía que los momentos espontáneos que generan innovación se perdían cuando un edificio no incentivaba la colaboración. Esta visión se convirtió en Apple Park, sede corporativa de la empresa que, inaugurada en 2017, ofrece muchas oportunidades para que empleados de diferentes áreas tengan encuentros en su gimnasio, parques y cafeterías, de manera que puedan colaborar entre ellos.

Configuración híbrida con espacio flexible: para las grandes empresas orientadas en la ejecución

Esta segunda configuración está destinada a empresas que, si bien mantienen a las personas como su recurso más valioso, al igual que en la primera configuración, necesitan brindarles a estas un tipo de “espacio” diferente para que ejecuten las tareas de manera eficiente. Se busca darle a los individuos flexibilidad para que trabajen donde sean más productivos.

De acuerdo con Leslie Perlow, experta en comportamiento organizacional, las interrupciones constantes que surgen en el trabajo traen consecuencias negativas para la productividad, lo que, a su vez, genera una sensación y una realidad de tener muchas tareas por hacer, pero no el suficiente tiempo para ello. Roche y Wu señalan que es fundamental estructurar tiempo para el trabajo independiente de los colaboradores, aunque el mejor lugar para ello no siempre va a ser la oficina, sino el que cada trabajador determine para sí mismo, por ejemplo, en casa, en una cafetería o cualquier otro espacio. Así es como dar espacio para el trabajo remoto, al menos algunos días, puede ser beneficioso para la productividad y, además, ahorrar costos en instalaciones y desplazamiento a la oficina.

Sin embargo, no se puede dejar de lado que el trabajo remoto total tiene serios problemas, como dificultar el nivel de coordinación necesario para alinear a los colaboradores hacia una meta corporativa. Asimismo, las reuniones virtuales en ocasiones implican fricciones en las interacciones y cansancio físico por el uso de estas tecnologías. Resulta fundamental que los trabajadores, fuera del tiempo en reuniones, puedan también socializar en persona y así construir la cultura organizacional necesaria para asegurar la consistencia en las decisiones que tomen una vez que estén trabajando de forma independiente y remota.

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