POR Paulo Villalobos | 10 de octubre de 2025, 15:37 PM

El exmagistra⁠do y exministro de Seguridad Pública, Celso Gamboa, habló por primera vez públicamente desde que se ordenó su extradición a Estados Unidos.

Lo hizo para criticar con dureza al Ministerio Público, minutos antes de que se cerrara un nuevo juicio en su contra, la tarde de este viernes.

Valga recordar que, desde el 25 de setiembre pasado, el también exfiscal enfrentaba un juicio ante el Tribunal Penal de Cartago por presunto uso de documento falso, por hechos en los que también se acusó de aparente falsedad ideológica al exdirector general de la Policía de Control Fiscal (PCF), Irving Malespín.

"Aquí estamos, seis años martillando contra el Celso Gamboa e Irving Malespín en un abierto desgaste de recursos del Estado. Esto sí es un desgaste de los recursos del Estado. A mí me traen, no sé, yo cuento como unas siete u ocho patrullas aquí (en San José, donde se celebra el debate) y un despliegue altísimo de seguridad, como si fuera... bueno, ellos creen que soy el narco de narcos. Y así tengo que comportarme y respetar el protocolo del Organismo de Investigación Judicial (OIJ). Ese sí es un desgaste tremendo recursos, y es ahí donde yo quería llamar la atención del tribunal", expuso Gamboa.

El exmagistrado cargó contra la fiscala Edith Morera por haber insistido en un pedido de un año en su contra, cuando, desde su perspectiva, lo único que procedía era la solicitud de absolutoria, dados los yerros en la investigación y posterior imputación del caso.

De igual forma, lamentó que, a pesar de esos errores, la causa hubiera alcanzado a llegar a contradictorio, después del examen de un juez de la etapa intermedia.

"En la larga data que tengo yo de conocer asuntos penales, es la primera vez que veo una excusa de un abogado que se conoce ya a nivel penal e incluso se atreven a pedirme un año de cárcel cuando creo que el fiscal general (Carlo Díaz) ahora decía que estaba acelerando trámites para mi extradición y me aparece doña Edith Morera pidiendo un año de cárcel para mí. Yo creo que ni siquiera hay coherencia o comunicación correcta entre el fiscal general y los demás fiscales", comentó el exministro.

Gamboa detalló, como lo hizo en un juicio anterior del que resultó absuelto por aparente tráfico de influencias, que vive constantes agravios desde que fue privado de libertad, el 23 de junio pasado. Este producto de las fuertes restricciones que tiene como recluso del Circuito de Alta Contención del Centro de Atención Institucional Jorge Arturo Montero, en San Rafael de Alajuela.

Tales advertencias de "menoscabo" de los derechos humanos con fines políticos —declaró— las consideró necesarias, ya que cree que la de este viernes será su "última aparición" ante un órgano jurisdiccional costarricense, tras la aprobación de su extradición a Estados Unidos.

"Hoy que salí a la calle me di cuenta que un candidato presidencial se ha acusado por violación a una persona menor de edad y puede ser que mañana lo estemos esperando allá en Máxima Seguridad en 'La Reforma'. Tenemos un presidente de la República que se ha vanagloriado de decir que ningún juez de este país lo va a obligar a reinstaurar o a restituir derechos que nos han dado y puede ser que mañana también lo veamos en 'La Reforma'.

"Solo que es un tema que no voy a discutir aquí, sino que probablemente tenga que ir a discutirlo con el fiscal general o con las autoridades norteamericanas. Pero son circunstancias sumamente graves en donde se está tomando a la población privada de libertad como un botín político para que las personas crean que la función de la pena es retributiva cuando en realidad es rehabilitadora. Y lo que está saliendo de parte nuestra es que definitivamente no puede salir nada bueno cuando hay un constante acoso y menoscabo de las personas", señaló.

En esa línea, el exmagistrado aseguró que ha "aprovechado" su tiempo en la cárcel para aprender árabe con el canadiense-libanés, Ziad AKL, quien descuenta 12 años de prisión por extorsiones y golpizas. De igual forma, dice que aprende sobre recursos de revisión con "Ojos Bellos" (no precisó cuál).

A pesar de ello, hizo ver a los jueces Adan Carmona, Javier Madrigal y Laura Cervantes que confía "plenamente" en ellos, aún cuando la orden de extradición que se le giró le "dejó un mal sabor de boca".

Tras lo anterior, Gamboa pidió su absolutoria, al igual que lo hizo tiempo antes su abogado, Rándall Céspedes.

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