Mira Quién Baila
Michael Rubí alza la voz en MQB: “No me parece que Mariana deba estar nominada”
Uriarte, pareja de baile de “Mike”, está en zona de riesgo y requiere de su apoyo para llegar a la final.
El pulso del público vuelve a sentirse en la recta final de Mira quién baila (MQB). Tras una semana intensa, el brasileño Neto Rangel y la bailarina mexicana Jazhell Acevedo se preparan para enfrentar la semifinal, conscientes de que ahora dependen completamente del voto del público.
Al final de la décima gala, se dio a conocer que el brasileño y la maquillista Mariana Uriarte están en “zona de riesgo” y solo uno llegará a la final.
Rangel y Acevedo representan en esta edición a Dynamika, una organización dedicada a impulsar la inclusión social y el desarrollo integral de niños con discapacidad, una causa que la pareja asegura llevar en el corazón cada vez que pisa el escenario.
Con serenidad, pero sin ocultar su deseo de seguir, Neto se dirigió a la audiencia con un mensaje directo y cargado de honestidad:
“Sí, la verdad me siento tranquilo, me siento feliz y te lo digo con el corazón abierto. No voy a ser hipócrita, por supuesto quiero llegar a la final", explicó.
Y añadió una petición clara a quienes lo han acompañado en su proceso artístico dentro del programa:
“Lo único que les puedo pedir es que voten por mí, por favor. Espero poder llegar a la final porque sé que eso va a estar buenísimo", terminó.
Su pareja de baile, Jahzell Acevedo, no tardó en reconocer el esfuerzo y crecimiento del brasileño desde la primera gala:
“Primero, quiero decirte que Neto ha hecho un excelente trabajo desde la gala uno. El merengue lo hizo con una potencia que nunca lo había hecho y el tango lo hizo perfectamente bien, también", recalcó.
La bailarina elogió la entrega de Rangel en una noche cargada de exigencia técnica y versatilidad interpretativa.
Neto y Jahzell tuvieron dos apariciones muy distintas entre sí, ambas bien recibidas por el público presente en el Estudio Marco Picado. La pareja fue la encargada de abrir la gala con una coreografía de merengue vibrante, acompañados por cuatro bailarines extra que reforzaron la energía festiva y el dinamismo de su presentación.
Para su segunda participación, decidieron apostar por una puesta más íntima, sin extras en escena, pero con un marco tipo cuadro como elemento visual clave, utilizado para encuadrar momentos de tensión y conexión corporal en la coreografía. La decisión escénica aportó dramatismo y una lectura distinta del tradicional tango.
Con la semifinal a las puertas y la competencia más cerrada que nunca, la permanencia de Rangel y Acevedo depende del respaldo del público. La dupla confía en que quienes creen en su evolución y en la causa social que representan los acompañen en esta etapa decisiva.
¿Seguirán Neto y Jahzell en su camino hacia la gran final? La respuesta se conocerá el próximo domingo, cuando el país vuelva a elegir a sus favoritos sobre la pista de MQB.