POR Sebastián Durango | 23 de octubre de 2025, 17:55 PM
Durante años, un terreno en Goicoechea fue símbolo de abandono. La basura, la maleza y el descuido convirtieron el espacio en un botadero clandestino que parecía condenado al olvido. Pero un día, la historia cambió gracias a la determinación de Don Luis Rojas, un vecino de espíritu incansable y amor profundo por la naturaleza.
Pala en mano y con una visión clara, Don Luis decidió limpiar el terreno. Lo que comenzó como un esfuerzo solitario se transformó en un proyecto de vida: sembró plantas ornamentales, trazó senderos, levantó pequeños castillos y decoró el lugar con figuras inspiradas en personajes de Disney. Así, poco a poco, el espacio se llenó de color, vida y magia.
El resultado fue tan inspirador que pronto los vecinos comenzaron a visitar el jardín. Estudiantes, familias y curiosos se acercaron para conocer la historia del hombre que había logrado convertir la basura en belleza. Con el tiempo, el sitio se convirtió en un punto de encuentro comunitario y en un símbolo de lo que puede lograrse cuando hay voluntad y amor por el entorno.
Don Luis no busca premios ni reconocimientos. Su propósito ha sido siempre sencillo, pero poderoso: recordar que con esfuerzo y esperanza, cualquier lugar —por deteriorado que parezca— puede florecer.
Hoy, su “jardín secreto” no solo embellece el paisaje urbano, también cultiva un mensaje de resiliencia y compromiso ambiental. Entre flores y senderos, la historia de Don Luis nos recuerda que los cambios más profundos comienzan con un solo gesto.
Repase el reportaje completo en el video disponible en la portada.
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