Por Luis Jiménez |24 de noviembre de 2021, 9:13 AM

La Zona Sur de Costa Rica se ha vuelto, en los últimos años, el escenario perfecto para el crimen organizado donde pulula la droga y el lavado de dinero.

La droga proveniente de Colombia encontró en esta zona del país todo un ecosistema donde abundan las pistas de aterrizaje clandestinas, manglares, canales, el océano Pacífico y muchas personas que ven en la cocaína y marihuana todo un negocio para conseguir dinero fácil en corto tiempo.

Tanto por mar, tierra y aire llega la droga a suelo nacional, siendo el aire el medio preferente de las bandas narco, según el Organismo de Investigación Judicial (OIJ).

Durante este 2021, la Policía Judicial y el Ministerio de Seguridad Pública han logrado golpear las estructuras que son lideradas por costarricenses que reciben órdenes de los diferentes cárteles de la droga desde el extranjero.

Caso Pancho Villa

El pasado 6 de abril, la Sección Contra el Crimen Organizado del OIJ realizó 25 allanamientos de los cuales 21 se ejecutaron en diferentes localidades de la provincia de Puntarenas, cerca de la frontera Sur.

Durante los allanamientos se detuvo a 11 personas relacionadas con el tráfico de drogas como cocaína y legitimación de capitales.

La investigación inició en 2018 cuando se recibió información confidencial sobre algunos de los integrantes del grupo. Dentro de las pesquisas de la investigación, se determinó como presunto líder del grupo criminal a un sujeto de apellido González, alias Pancho Villa, y otro de apellido Méndez quien sería, al parecer, la segunda persona encargada.

Para legitimar el dinero aparentemente proveniente de las actividades criminales, se dedicaban a la compra de bienes muebles e inmuebles, utilizando la figura de empresarios de la Zona Sur dedicados a la siembra de palma de aceite, embotelladoras de agua y quebradores de materiales para la construcción, ganadería y fincas dedicadas al agro, propiamente, a la cosecha de aguacate y arroz.

Dentro de lo investigado se demostró que el aparente grupo criminal usaba el sector de Puerto Jiménez de Osa como centro de acopio para la droga que llegaba en embarcaciones provenientes del sur del continente.

OIJ detuvo a 11 policías que habían sido aparentemente reclutados por grupos narco

El 7 de setiembre el OIJ detuvo a 17 personas que integrarían un grupo criminal dedicado al trasiego de droga desde la Zona Sur a diferentes partes del país.

De acuerdo con el informe preliminar, la investigación de este caso inició a finales de 2019, cuando los agentes judiciales recibieron información confidencial de que existía un grupo delictivo que se dedicaba al ingreso y trasladado de mercancías de forma ilícita en la Zona Sur del país y que, en apariencia, contaban con la colaboración de oficiales del Ministerio de Seguridad Pública.

Esta organización, en apariencia, reclutó dentro de sus miembros a oficiales de la Fuerza Pública y de la Policía de Fronteras.

Los once policías detenidos supuestamente cumplían con la labor de asegurar que el trasladado de las mercancías que ingresaban de manera ilícita al país a través de la Zona Sur, llegara a su destino sin ningún contratiempo, esto por medio de las diferentes rutas que utilizaban.

Operación Amandita

El último golpe al narco ocurrió este martes en la zona de Sierpe donde agentes judiciales realizaron 34 allanamientos simultáneos para detener a supuestos miembros de una “megabanda” narco.

Las diligencias policiales se realizaron, además, en Palmar Norte, Palmar Sur, Puerto Jiménez, Drake y Cortés de Osa. Lugares donde se desarticuló una supuesta organización sospechosa de tráfico internacional de droga.

Según la investigación, la banda traía marihuana y cocaína desde Colombia para abastecer el mercado nacional y también utilizaban el país como plataforma para enviar droga a Europa y Norteamérica.

Desde el 2019 las autoridades le seguían la pista a esta organización, lograron detener a 83 personas y decomisaron unas 20 toneladas de droga. Para este caso, se detuvieron a 24 personas, dinero en efectivo tanto en dólares como colones, armas de fuego, celulares, vehículos, gallos de pelea y ganado. 

De tonelada en tonelada, este 2021 ya apunta a romper el récord de incautación de droga en toda la historia de Costa Rica.

Durante el año pasado (2020), entre todos los cuerpos de policía del país se logró decomisar 72 toneladas de droga; pero en este 2021 ya se superan las 67 toneladas.

Datos del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) revelan que todos los cuerpos policiales incautaron durante el 2019 poco más de 48 toneladas de droga y en 2018 fueron 37 toneladas.

Además, en 2017 y 2016 se decomisaron 38 toneladas, en 2015 fueron 20 toneladas, mientras que en 2014 y 2013 fueron 27 y 24 toneladas, respectivamente.

“Aquí ya hay cárteles de la droga que tienen toda una logística muy bien montada y manejada para poder tener grandes cantidades. El trabajo de inteligencia de los cárteles es tan extraordinario que incluso a veces termina siendo mejor que los que hacen nuestras autoridades”, dijo Michael Soto, ministro de Seguridad Pública.

Tania Molina, quien es consultora en criminología y seguridad, considera que hoy Costa Rica es una plataforma para la cocaína y hay mucho involucramiento de funcionarios públicos en todo este tema.

“Los narcos son movidos por dinero, esa es su razón de ser y ven el territorio costarricense un puente extraordinario para el trasiego de estupefacientes. Estamos en el ojo estratégico de los cárteles porque saben hasta donde las autoridades pueden actuar por eso el trabajo entre otros países es muy importante para logar intercambiar, minuto a minuto, toda la información de inteligencia para saber en qué momento van a actuar para decomisarles la droga”, comentó Molina.