MasQN
Cuatro horas de viaje valieron la pena para subirse a una montaña rusa
Por eso un grupo de personas quiso adoptar una escuela de Garza en Guanacaste y hacerle a los pequeños un regalo inolvidable.
Para muchos, los mejores recuerdos de la vida se viven durante la infancia.
Por eso un grupo de personas quiso adoptar una escuela de Garza en Guanacaste y hacerle a los pequeños un regalo inolvidable.
Muchos de los estudiantes de la escuela "La Esperanza" nunca habían estado en San José y mucho menos en el parque de diversiones.
Se imagina la cara de estos chiquitos antes de montarse a una montaña rusa. Por eso le invitamos a acompañarlos, y que usted se sorprenda con ellos.