Los archipiélagos del sureste asiático sufren una gran actividad sísmica y volcánica a causa de su posición en el denominado "Cinturón de Fuego" del Pacífico, un área de choque de placas tectónicas.
Ambos ciclones tropicales acabaron con la vida de más de 100 centroamericanos y dejaron pérdidas millonarias en infraestructura, cultivos y casas.
Especialistas aseguran que a diario se aprecia el desprendimiento de diversos materiales en este sector.
Durante últimas semanas las lluvias torrenciales han afectado a millones de personas, en plena pandemia de coronavirus.
Las autoridades planean abrir refugios en el norte del país, que sería la zona más afectada, pero prevenir infecciones en estos espacios plantea un desafío.
Destruyeron viviendas, arrastraron vehículos y provocaron el derrumbe de puentes, dejando a varias ciudades inundadas y a algunos habitantes aislados.
La iniciativa propone una reforma a la Ley General del Banhvi para eliminar en casos específicos la restricción que actualmente existe para aquellos que ya gozan de este beneficio
El presidente Sebastián Piñera viajó en la noche del viernes a la zona para ponerse al frente del Comité de Emergencia
Terremotos, inundaciones, tornados y sequías son algunos de los eventos meterológicos extremos que causan estragos en la región. La información satelital puede ayudar a evitar las peores consecuencias de esos desastres.
"Es un desastre natural sin precedentes. La zona afectada es de unos 3.000 km2. Un desastre que equivale a catástrofes mayores", estimó el ministro del Ambiente
La lluvia, que aún no para, ya deja cientos de muertos. Mozambique y Zimbabue son los países más afectados. Las pérdidas aún no se han cuantificado con exactitud. Algunos países vecinos han prometido ayudar.
Según el Índice Mundial de Riesgo del 2016 Costa rica es el segundo país de Latinoamérica más expuesto a desastres naturales
