Justine Triet, directora de 'Anatomía de una caída', cuenta lo que hay detrás de la película

Por @LauSinSpoilers | Laureen Fernández.

Sandra, escritora alemana; su esposo Samuel, de origen francés; y su hijo Daniel, viven en forma solitaria en un pueblo remoto de los Alpes franceses. 

Cuando Samuel aparece muerto en la nieve, cerca de la cabaña donde habitan, la Policía se pregunta si se suicidó o fue asesinado. Esta muerte se considera dudosa, un presunto homicidio, y la esposa es la principal sospechosa.

Poco a poco, el juicio se transforma no solo en la investigación de las circunstancias en las que murió el adulto, sino en un perturbador viaje psicológico al interior de la conflictiva relación entre Sandra y Samuel.

Justine Triet, la directora de la cinta, comentó en una reciente entrevista que su intención era crear una película que representara el deterioro de la relación de una pareja. El concepto era retratar el deterioro físico y emocional de un cuerpo de manera técnica, como símbolo del deterioro de la historia de amor.

Esta pareja tiene un hijo que descubre la tumultuosa relación de sus padres durante un juicio que indaga todos los aspectos de su pasado. A medida que se desarrolla, el niño pasa de un estado de confianza total en su madre a un estado de duda, lo cual marca un quiebre en su vida. La película sigue de cerca esta transformación.

También indicó que, en sus cintas anteriores, los niños estuvieron presentes, pero de manera silenciosa, simplemente aparecían en el contexto. Sin embargo, en este filme, quiso incorporar el punto de vista del hijo a la narración y yuxtaponerlo con el de Sandra, el personaje principal, para equilibrar los hechos.