Por Juan José Herrera |1 de enero de 2022, 8:00 AM

La agenda de impuestos del Fondo Monetario Internacional, el proyecto para legalizar el cultivo y comercio de cannabis, el freno a la reelección continua de alcaldes y la reforma al empleo público acaparan la agenda legislativa en estos últimos cuatro meses de legislatura, con el Ejecutivo en control de la agenda hasta febrero y la enorme sombra de las venideras elecciones presidenciales.

El Congreso se encamina así a sus meses más difíciles, no solo porque la agenda prevista es compleja, sino porque la presión de los comicios y sus posibles dos rondas amenazan con aumentar la división en un Plenario ya de por sí agrietado.

El Ejecutivo convocó este jueves a extraordinarias los proyectos de reducción de beneficios fiscales (que incluye gravar salario escolar), casas de lujo, aporte de utilidades de empresas públicas, reforma a la ley de aduanas y renta global dual, todos parte de esa agenda prometida al FMI.

A ellos se les uniría empleo público tan pronto como haya una nueva resolución por parte de la Sala Constitucional, un fallo que debería estar listo para mediados de enero.

De todos estos, solo el de casas de lujo ya salió de comisión, pero ahora mismo no cuenta con un apoyo mayoritario en el Plenario.

El PUSC, Restauración Nacional, Nueva República y el PIN, por mencionar algunas bancadas, ya han adelantado que no apoyarán ningún proyecto de impuestos.

Si a esa negativa se suma la orden de José María Figueres para Liberación Nacional, es difícil pensar que alguno de esos proyectos prometidos al organismo multilateral, a cambio de un crédito por $1.778 millones, vean la luz.

“Yo sé que el Gobierno tiene su premura con el FMI, pero en una de las reuniones que tuvimos con la gente del Fondo ellos nos dijeron que tienen ciertas expectativas pero no dijeron cómo hacerlo, por eso es que la tesis de nosotros de más impuestos no va, no está la situación para más impuestos.

“Todos estamos haciendo nuestro esfuerzo para que el Ejecutivo nos convoque nuestras propuestas para enriquecer esa agenda y poder llegar a enero a trabajar en propuestas y no solo llegar a ver qué es lo que el Ejecutivo quiera enviar”, aseguró Xiomara Rodríguez, de Restauración Nacional.

¿Qué más?

Dejando de lado el principal punto de la agenda, que es esa discusión de la agenda FMI, el Plenario aún tiene entre manos algunas de las discusiones que más tiempo le robaron al 2021.

El proyecto de cáñamo y cannabis medicinal ya superó el examen constitucional y solo espera su segundo debate, pues el Ejecutivo cumplió su palabra y lo convocó a extraordinarias.

De la mano con este también viene próxima la reforma al Código Municipal para impedir la reelección continua e indefinida de alcaldes, que ya recibió primer debate en la última semana que los diputados trabajaron este año.

El proyecto goza de sobrado apoyo para aprobarse, pero aún quedan por delante algunas modificaciones que podrían demorar más días.

El Gobierno también metió este jueves en la agenda la discusión sobre el veto definitivo a la exploración y explotación del gas natural y el petróleo en Costa Rica.

El proyecto ya había sido archivado ante la falta de acuerdo especialmente en el tema del gas natural, que muchos diputados ven como un “combustible de transición” entre los fósiles y el futuro eléctrico.

Sin embargo, la administración de Carlos Alvarado ansia pasar a la historia como la impulsora de esa histórica prohibición, que deberá volver a quemar la discusión en comisión y Plenario.

Para febrero, luego de la elección nacional (6), el Congreso recuperará el control de la agenda para las últimas sesiones ordinarias de la actual legislatura, con el riesgo (casi certero) de una segunda ronda en abril, que extendería el pulso electoral hasta los últimos días de esta Asamblea Legislativa.