Por Juan José Herrera |2 de enero de 2021, 9:30 AM

La ley Marco de Empleo Público y toda la agenda de proyectos que acompañarán la negociación con el Fondo Monetario Internacional marcarán el norte de la Asamblea Legislativa para el 2021.

El Poder Ejecutivo, que controla la convocatoria de proyectos hasta julio, ya dejó claro que la llamada “agenda FMI” ocupará su lista de prioridades por lo menos hasta abril próximo, cuando se espera haya una luz sobre el acuerdo de financiamiento con el organismo multilateral por un monto estimado de $1.750 millones.

El Ministerio de Hacienda reveló semanas atrás que su estrategia de negociación pasará por cinco ejes: esa reforma al empleo y salario de los empleados públicos; la eliminación de exoneraciones a temas como el salario escolar; el impuesto a los premios de lotería y otras nuevas imposiciones aún no reveladas; la renta global y finalmente una serie de reformas estructurales para reducir el gasto.

Todas estas deberán contar con la venia de los diputados, en un plenario que en general ve con buenos ojos el acuerdo, pero rechaza de entrada cualquier intento de nuevos impuestos.

“En la fracción Unidad no nos vamos a apuntar con nuevos impuestos, primero queremos ver la reducción del gasto, la reestructuración del aparato estatal, la reactivación económica, la búsqueda de ingresos frescos…

“No nos oponemos al tema del FMI, pero exigimos antes la claridad de parte del Gobierno, transparencia y comunicación que no han tenido en ese tema para poder llegar a puntos de acuerdo, porque hasta ahora no han tenido la humildad de buscar ese acercamiento”, dijo la socialcristiana María Inés Solís.

Esa bancada será una de los escollos más importantes del Gobierno en su camino hacia Washington, pero sobre todo lo será Liberación Nacional, la más numerosa del Congreso y que dejó claro con el polémico rechazo al préstamo del BID por $250 millones que puede por sí sola detener cualquier agenda.

Mano dura

Igual que el PUSC, el PLN entiende la importancia de negociar con el FMI en medio de la severa crisis económica y fiscal que golpea al país, el “pero” con los verdiblancos es que exigen transparencia al Gobierno sobre las condiciones del acuerdo y especialmente sobre el compromiso de control del gasto y reactivación económica, dos pendientes desde el día uno.

“El mes de enero va a ser importantísimo, pero es necesario que se vea trazado y marcado bajo el liderazgo del Ejecutivo, Hacienda y Planificación, para conjuntar esfuerzos bien dirigidos y que impulsen proyectos prioritarios, el tema de empleo público o la exoneración del salario escolar, son temas que no se sostienen más.

“Hay una posición muy general en propios y extraños de que les llegó la hora a esos abusos, que hay que meterle mano al tema de salarios y pluses, no solo es importante hacerlo para buscar estabilidad política, económica y social, sino para garantizar futuros nichos de trabajo. Hay que ponerle un alto a todos los pluses y gollerías que han tenido diferentes sectores del aparato público”, aseguró el jefe de fracción verdiblanco, Luis Fernando Chacón.

El problema para la Asamblea es que esos cambios, como la reforma fiscal, consumen un enorme capital político que ya de por sí escasea en Cuesta de Moras, y lo hará además en época electoral.

Impuestos, topes salariales o reducción de incentivos son siempre temas álgidos en la sociedad, máxime en momentos de crisis como el actual.

“Ya tenemos que pensar en cómo irnos levantarnos de la pandemia, ahora lo que sigue es ver cómo ayudamos a levantar, a resolver, definir medidas de contingencia porque desde el Ejecutivo vimos muchas carencias y mucho desorden y nos tocó mucho a nosotros (diputados) ser los que atendiéramos las necesidades del pueblo.

“Hay que sopesar mucho los proyectos que vienen, no solo por obtener un préstamo vamos a decirle que sí a todo, hay que ver la repercusión y el impacto que esas medidas van a tener, ver qué es lo que ellos (FMI) necesitan que aprobemos y sus repercusiones, si no vemos que no se va a golpear a los más afectados, si no vemos que se va a ayudar a los más necesitados, no cuenten con el voto de Restauración Nacional”, dijo la jefa de esa fracción, Xiomara Rodríguez.

Reforma estructural

Además de perseguir la olvidada reactivación económica, el 2021 también promete cumplir con otra vieja deuda del Plenario: la reforma al aparato estatal.

El Ministerio de Planificación prometió que para este año, de la mano con empleo público, también impulsará el prometido acomodo de las instituciones del Estado.

La intención con este proyecto, del que se habla desde hace años, es aligerar el gasto mediante el cierre o fusión de entidades que hoy ocupan recursos sin ofrecer mayores resultados.

La idea aún debe plasmarse en un proyecto de ley que, como empleo público, todavía tiene demasiados detalles por pulir, pero desde el Plenario hay diputados que abogan por reformas agresivas como la venta de bancos o instituciones que no tienen ya mayor sentido de existir.

El Gobierno, hasta ahora, solo ha mencionado la venta de la FANAL y BICSA y lo hizo precisamente en el marco de aquella primera propuesta de negociación con el FMI.

“Ya jugamos la carta de buscar el punto de inflexión al país, eso no va a cambiar, este Plenario ha demostrado que es valiente ante las exigencias y lo seguirá siendo, tenemos que pensar ya en impulsar la reforma estructural que necesita la Costa Rica de hoy y no la de hace 30 o 50 años.

“El país que queremos requiere de otra estructura, necesitamos revisar con lupa eso, cerrar o fusionar lo que ya no sirve y eso requiere de decisiones valientes de la Asamblea y del Ejecutivo. Este año que falta a ser un buen sprint, y los grandes corredores siempre cierran con fuerza”, sentenció Chacón.