Doña Idalí quedó al frente del hogar luego de que su esposo sufriera un accidente de tránsito. Ella vivía atormentada por la falta de agua y múltiples limitaciones en el hogar, pero esto quedó en el pasado.
Javier, Luis Alberto y Sonia soñaban con tener una casa propia y digna. La buena noticia es que, gracias a su colaboración, ese sueño se hizo realidad.
"Me siento feliz porque ellos van a tener una casita digna para vivir, donde no se van a mojar”, comentó la jefa de hogar.
Don José Ángel nos contó que él deseaba contraer matrimonio con su querida señora, pero la comprometedora situación económica se lo impedía. Por eso, el programa "Sueños de Navidad" se convirtió en cómplice de ese amor.
El gran temor de Johanna era que sus hermanos y su hijo, de tan solo dos años, quedaran desprotegidos. Pero ese temor ya no está, gracias a quienes siempre dicen presente en los "Sueños de Navidad".
Doña Karla y sus hijos vivían en una riesgosa condición al lado de un río; no tenían agua potable y en casa solo había luz cuando el dinero alcanzaba para pagar el recibo. Hoy cumplen un sueño: tener una casa propia.
Idalí tuvo que asumir el cuido de esta familia oriunda de Osa cuando su esposo, Danny, se accidentó en moto y quedó con graves secuelas.
Esta vecina de Paraíso de Cartago es un símbolo de valentía; uno de sus hermanos perdió ambas piernas, otro es no vidente y su hijo padece una enfermedad que le provoca graves convulsiones.
Jacqueline Gutiérrez, de Liberia, vive en una casa cuya estructura lentamente se colapsa. Sin el apoyo económico de su esposo, ahora lucha por sus estudios y los de sus hijos para sacar a su familia adelante.
La mamá de Johanna la abandonó a ella y a sus dos hermanos menores, a quienes cuida además de su hijo. Ahora teme por el futuro de su familia, que vive en una deteriorada casa alquilada que colinda con un río.
Eida es diabética, sufre de fibromialgia y vértigo; ella atiende a su esposo, recientemente operado de una quebradura en la cadera y diagnosticado con párkinson hace dos años. Ambos sobreviven con una pensión mensual de ₡82.000.
Esta familia turrialbeña no tiene agua potable y vive en una zona de alto riesgo por las lluvias, por lo que ha tenido que dormir en albuergues durante las temporadas de invierno.
A partir del próximo 6 de diciembre se darán a conocer las historias de este año.
