Por Yahaira Piña |10 de diciembre de 2021, 13:01 PM

Sonia Mata tiene 60 años y es la responsable de cuidar a su hijo, Kevin, quien padece de una enfermedad todavía sin diagnosticar que le provoca graves convulsiones. Además, cuida a sus dos hermanos que viven con ella: Javier, quien sufre una grave diabetes que obligó a amputarle ambas piernas y Luis Alberto, quien tiene una discapacidad visual.

Sonia le ha hecho frente a sus dificultades a lo largo de los años con mucha valentía. Desde su casa, en la esquina de una transitada calle de Paraíso de Cartago, lucha por su familia en medio de una condición desoladora: la casa apenas tiene piso, la estructura está herrumbrada y, por esa misma putrefacción estructural, la instalación eléctrica está tan deteriorada que supone un grave peligro para esta familia.

Cada uno de ellos carga con su propio dolor e inquietantes emociones. Javier, uno de los hermanos de Sonia se quedó sin piernas debido a una diabetes maltratada y sin diagnosticar durante muchos años.

Cada día le presenta una nueva lista de retos a Javier; para ir al baño de la casa, hay que pasar por unas escaleras, lo cual hace que el acceso a esa área de la casa le sea imposible. Por eso, debe hacer sus necesidades y bañarse en el mismo cuarto en el que duerme.

“Para mis necesidades tengo un servicio provisional que hice a la par de mi cama, y cuando quiero orinar tengo un balde, porque no puedo ir al baño, hay una grada que no me deja bajar”, agregó.

Una suerte similar enfrenta don Luis Alberto debido a su ceguera. La movilidad es complicada. Sueña con una cama pues nunca ha dormido en una propia, porque siempre le ha tocado dormir en colchones en el suelo. “Quisiera tener una cama, nunca la he tenido, siempre en el suelo”, explicó.

Sobre doña Sonia recae la mayor responsabilidad: llevar el día a día de la casa.

“Yo cocino con la plantilla porque la cocina es de 220 y está casa está podrida y los cables son de 120 entonces tenemos que cocinar con plantilla”, acotó Sonia.

Ella es diabética y no quiere correr con la misma suerte de su hermano. Por eso se cuida y vela por su hijo, quien padece una extraña enfermedad. 

“Mi hijo todavía no se sabe, estamos esperando los resultados y la cita es hasta el 2023, él se descompone y le dan unas convulsiones de lo más fea, yo no puedo hacer nada, no puedo contestar por los nervios de verle los ojos blancos casi que muerto”, agregó.

La casa apenas se mantiene en pie. Para utilizar el servicio deben jalar agua y llenar el tanque. Prácticamente no tiene piso.

Desde lo más profundo de su corazón, Sonia sueña con una casa. “Yo quiero tener mi jardín, me la imagino pintada de color celeste o rosado, con un servicio que se pueda usar”.

Usted puede ayudar a esta familia con su donación esta Navidad.

Puede colaborar con una donación en BAC Credomatic, por medio de transferencias bancarias o directamente en las cajas de las sucursales.

La cuenta en colones es la 800-800-807 y en dólares es la 800-800-815.

Otra forma sencilla de donar es por medio de SINPE Móvil al número 8322-6111.

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