Nula trazabilidad y endeble regulación amenazan a usuarios de gas en el país

La nula trazabilidad y una endeble regulación amenazan a los miles de usuarios de gas licuado en el país.

Desde 2018, dos decretos impulsados por el gobierno de Luis Guillermo Solís hicieron obligatorios los controles para asegurar el origen, trámite y destino de todos los cilindros de gas LP en Costa Rica, así como la transición de válvulas de acople rápido a otras de rosca.

Sin embargo, el primero se incumple en ese apartado; y el segundo es, cuando menos, permisivo.

El último estudio sobre la calidad del gas en el país, realizado por la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) en 2020, reveló que para ese momento solo el 36% de los cilindros evaluados poseía una válvula de seguridad tipo Pol (rosca), contra una restante mayoría que continúa utilizando la tradicional de acople, calificada como peligrosa y propensa a fugas por los expertos.

El director del Cuerpo de Bomberos, Héctor Chaves, aseguró que por año atienden entre 4.000 y 5.000 incidentes relacionados con cilindros de gas, de los cuales el 90% se vinculan a válvulas de acople.

“Ya deberíamos de estar en el 100%, hemos insistido por años, se han presentado proyectos de ley y todos han sido bloqueados en la Asamblea Legislativa. De esto venimos hablando tres administraciones atrás, esto ya se debería haber solucionado y vamos para 12 años de que se hicieran los primeros intentos y es preocupante ver que un tema de seguridad como este no avance.

“Desde el punto de vista técnico, económico y de seguridad, la justificación está, pero ha faltado voluntad política y exigencia de las autoridades para que sean obligatorios estos dispositivos. El gas se puede utilizar de forma segura si se utilizan los equipos adecuados, pero lo que estamos haciendo es que una energía útil, segura y barata se esté desaprovechado por el temor de una emergencia, eso no le ayuda a nadie", criticó el director.

El MINAE, encargado de esa fiscalización, presentó un transitorio a ese reglamento que fue aprobado en marzo anterior y que define que para finales de este año el 70% del parque de cilindros nacional deberá tener válvulas de rosca, 90% para diciembre de 2023 y un 100% para mayo de 2024, una decisión que también cuestiona Bomberos.

“No encontramos ninguna justificación que esté por encima de la seguridad de las personas, las emergencias ocurren, mucha gente ha muerto, ha resultado quemada y nosotros como institución creemos que los argumentos no son suficientes, no prevalecen por encima de la seguridad y la vida de las personas”, cuestionó Chaves.

Sin responsables

El otro tema es el de la trazabilidad.

Actualmente, las autoridades no tienen forma de determinar a quién pertenece un cilindro defectuoso, quién lo rellenó o cuál es su fecha de fabricación. Todo eso está normado en el decreto ejecutivo N° 41150-MINAE; pero se incumple, según Bomberos, por falta de voluntad.

“El tema de la válvula es grande, pero el de la trazabilidad también. Al no haber forma de identificar quién es el responsable de un cilindro en mal estado, eso genera un vacío o una impunidad.

“Si usted ahorita tiene un problema en su casa con su cilindro de gas y quiere buscar un responsable, la mayoría no tiene marca y si aparece la marca le van a decir que fue cargado por otra empresa, ese es el argumento principal”, lamentó Héctor Chaves.

El director aseguró que, de todas las emergencias que han atendido relacionadas con cilindros de gas, nunca han logrado sentar una responsabilidad para con una empresa envasadora o distribuidora.

“Cuando han ocurrido emergencias, las empresas solo niegan que ellos fueron las que llenaron el cilindro y usted no tiene forma de demostrarlo, porque sí es cierto que entre las empresas se capturan los cilindros, se intercambian, que hay mercados negros de personas que compran el gas y lo envasan ellos mismos, que no los llenan por completo y nada los certifica.

“Entonces eso (el decreto) se quedó en un plato de babas, todo el mundo pateó el tarro con eso y lo único cierto hoy por hoy es que usted no sabe de quién es el cilindro, quién lo cargó, quién lo fabricó, si está pasado de la fecha, si se ha inspeccionado, nada… Usted no sabe nada cuando mete un cilindro a su casa”, finalizó.