Nacional
Fieles católicos celebran tradicional "Pasada" de la Virgen de los Ángeles
La imagen de La Negrita estará, durante un mes, en la Catedral de Cartago.
Por Daniel Carmona |Por Christian Montero |3 de agosto de 2023, 12:00 PM
Este jueves, se llevó a cabo la tradicional “Pasada” de la Virgen de los Ángeles. La patrona de Costa Rica cambió de casa por un mes: la llevaron de la Basílica hasta la Catedral de Cartago.
La actividad, que suma ya 241 años de tradición, es la forma en que agricultores y habitantes de la Vieja Metrópoli agradecen la intercesión de María.
“Desde 1732 se realiza esta actividad, es el homenaje de los agricultores y boyeros, que vienen con todos sus productos y los ofrecen a la Virgen de los Ángeles. Hoy es una fiesta muy propia de todos los habitantes de Cartago”, comentó Adolfo Ramírez, miembro de la administración de la Catedral de Cartago.
Como parte de los atractivos, la imagen de La Negrita sale de la Basílica en una carroza que fue elaborada por decenas de habitantes de la zona de Llano Grande, quienes tardaron cerca de un mes en este proceso.
“Se tardaron 20 días en construir la carroza, esto es un esfuerzo de toda la comunidad. Entre donaciones, alimentación y organización, todos nos involucramos en devoción a la Virgen de los Ángeles. Incluso, los últimos ocho días se toma una preparación y esfuerzo de tiempo completo de varios miembros”, comentó Wilberth Leitón, miembro del comité de construcción de la carroza que traslada a la Virgen.
Historia de la "Pasada"
La pasada de la Virgen dio inicio como una reprimenda del entonces Obispo de Nicaragua y Costa Rica, Monseñor Esteban Lorenzo de Tristán, ante las constantes quejas de los clérigos y vecinos sobre los desórdenes y derroches que se dieron en las actividades.
Lorenzo de Tristán giró la indicación de trasladar la imagen de la Virgen de los Ángeles de la Basílica a la parroquia El Carmen, a dos kilómetros de distancia, a manera de castigo.
El regreso de la patrona de Costa Rica se realizará el primer domingo de setiembre, para mantener la tradición católica de peregrinar hasta el lugar, donde está la piedra en la que se descubrió la imagen en 1635.