Esfuerzos para consolidar la mejora en la situación fiscal y atender retos país deben continuar en este 2020
Se espera que el 2020 cierre con faltante del 6,0% del PIB (Producto Interno Bruto), dicho déficit y el pago de los vencimientos deberán ser atendidos con impuestos y más endeudamiento por parte del Gobierno.
Costa Rica cerró el 2019 con un entorno interno caracterizado por la ausencia de presiones de inflación, tasas de interés a la baja, leve recuperación de la actividad económica, mejoras en la situación fiscal e indicios de recuperación de la confianza de los consumidores.
Luis Diego Herrera, analista del Grupo Financiero Acobo, explicó que el 2019 fue un año difícil para la economía nacional, pues el elevado nivel de desconfianza en los consumidores y empresarios los obligó a posponer decisiones de consumo e inversión, lo que afectó el desempeño macroeconómico. El comportamiento de la actividad económica, medida a través del Indice Mensual de Actividad y del saldo del crédito, ejemplifican lo vivido en el año recién concluido.
Ante este panorama y en ausencia de presiones de inflación, el Banco Central de Costa Rica (BCCR) intentó estimular la economía mediante la modificación del Encaje Mínimo Legal en colones, la reducción de las tasas de interés de sus depósitos electrónicos y la modificación a la baja en siete ocasiones de la Tasa de Política Monetaria. Por otra parte, las diferentes acciones en materia fiscal (nuevos impuestos, deuda externa, empréstitos, captación local excedente y canjes) lograron reducir los costos de captación del Gobierno tanto en colones como en dólares.
A pesar de estos esfuerzos y los recursos excedentes disponibles en las cuentas del Gobierno Central, en este 2020 las necesidades de financiamiento del país continuarán. Los datos a octubre del 2019 indican que en el año que recién inicia vence el 7,6% de la deuda total, esto equivale a $2.594,9 millones y también debe hacerse frente a la diferencia entre ingresos y gastos.
Lo que se espera para este 2020
Las estimaciones más recientes del banco central de Estados Unidos (Reserva Federal), principal socio comercial de Costa Rica, indican que la economía estadounidense crecerá 2,0% el otro año, la tasa de desempleo será de un 3,5%, la inflación un 1,9% y la tasa de interés de los fondos federales sería de un 1,6%.
Partiendo de estas expectativas de la economía internacional se espera que la economía de Costa Rica no presente niveles de inflación elevados, al tiempo que se ubicará por debajo del punto medio del rango meta (3%±1p.p.), debido a que no se esperan presiones inflacionarias procedentes de los socios comerciales y que la demanda interna no será tan dinámica como para presionar los precios.
“Este ambiente de baja inflación favorece un nivel de tasas de interés con ajustes a la baja, máxime que el gobierno central posee holgura en los recursos disponibles para enfrentar sus necesidades, aunque esto no lo exime de salir a endeudarse al mercado bursátil local (en ausencia de aprobación legislativa de una nueva emisión de Eurobonos) en busca de financiamiento”, indicó Herrera.
El nivel de tasas de interés y una mayor confianza llevarán a que el crédito del sector bancario al sector privado se recupere, lo que impulsaría la inversión e impactará positivamente (reducir moderadamente) el nivel de desempleo de la economía, que actualmente es superior al 11% de la Población Económicamente Activa.
En materia fiscal se espera que el 2020 cierre con un faltante del 6,0% del PIB (Producto Interno Bruto), dicho déficit y el pago de los vencimientos deberán ser atendidos con impuestos y más endeudamiento por parte del Gobierno. Este endeudamiento, en primera instancia, deberá ser obtenido en el mercado local mientras el Ministerio de Hacienda logra, de ser posible, la aprobación en el Congreso de endeudamiento externo adicional.
En este hecho (endeudamiento local) radica la importancia de que se incentive el mercado local y exista una buena comunicación entre el principal emisor del mercado y los inversionistas, en especial los privados, que son los mayores tenedores de deuda interna soberana.
Relacionado con este tema es importante que las autoridades hacendarias realicen esfuerzos con respecto a la gestión de la tesorería, con el objetivo de minimizar el costo de endeudamiento del país y evitar que se paguen rendimientos muy elevados (como a finales del 2018) y que luego se reflejarán en gasto por intereses obligando a usar recursos que podrían destinarse a otras necesidades.
Se debe recordar que el Fondo Monetario Internacional recomendó al país acciones para mejor el desempeño del mercado:
- Adoptar medidas para promover la transparencia y la liquidez del mercado secundario, entre estas la apertura del mercado a inversionista extranjeros
- Limitar el número de series y la frecuencia de las colocaciones (de BCCR y Hacienda) para que sirvan de benchmark a los operadores y ayudar a promover la negociación en los mercados secundarios
- Revisar los actuales mecanismos de valoración y formación de precios
- Establecer una base de datos de precios en la cual se registren todas las transacciones de deuda pública y se encuentre disponible para todos los operadores del mercado
Además de las indicadas se deben agregar:
- Mejorar la confianza de operadores y clientes institucionales locales y extranjeros
- Transparencia en la información y cumplimiento de planes de deuda
- Mejorar la comunicación y adecuada información al público inversionista
- Ordenar el flujo de la tesorería, y no administrar la chequera
- Lobby con institucionales (locales y extranjeros) para recuperar confianza y bajar el riesgo país (costo relativo en curva).
“Esperamos que debido al excedente de dólares disponible en la economía el tipo de cambio muestre presiones a la baja, aunque el nivel no será muy bajo pues el BCCR estará atento para evitar fluctuaciones violentas en este macroprecio. El crecimiento de la economía se ubicará entorno a 3,0% siendo un nivel moderado e insuficiente para atender otras necesidades urgentes del país como el nivel pobreza (que afecta a más del 20% de la población), desempleo y desigualdad”, finalizó Herrera.