Por Luis Jiménez |30 de marzo de 2024, 8:00 AM

Un Sábado Santo, pero de 1983, un terremoto de 7,4 magnitud con epicentro en Golfito, Puntarenas, sacudió el país y dejó decenas de daños estructurales y hasta una persona fallecida.

Según el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori), este movimiento telúrico ocurrió exactamente un 2 de abril, a las 8:50 p.m.; tuvo una profundidad de 26 kilómetros y su epicentro se ubicó 15 km al noreste de Golfito.

El origen fue por subducción de la placa del Coco bajo la placa Caribe. Hubo más de 51 réplicas, donde la mayor fue de 3,6.

“Además de este terremoto hay otro evento similar en la zona que se dio en 1941, luego hubo otro en 1904 y uno más a mitad del siglo XIX, así que podemos decir que cada 40 años ocurre un sismo importante en esta región del país. Este parche de Osa puede llegar como máximo a generar un terremoto de 7,4.

“Después de ese movimiento quedó la idea en la población de que cuando llega Semana Santa también tiembla, pero la verdad es que en todas las semanas del año tiembla en Cota Rica. Es imposible predecir un sismo, pero lo que sí se puede es anticipar las zonas de ruptura y el tamaño, así como lo hicimos en Nicoya en 2012”, comentó Marino Protti, científico y vulcanólogo del Ovsicori.

El terremoto de 1983 fue percibido como de intensidad máxima en Sierpe, los poblados de San Francisco de Tinoco y Villa Colón, así como en Boruca, Térraba, Cajón, Paso Real, Chánguena, Golfito, Ciudad Nelly, Río Claro y Palmar. También fue percibido de manera intensa por la población del Valle Central.

“La Zona Sur en esa época era totalmente diferente como es ahora, porque todo era de puras fincas bananeras, hoy día hay mucha ciudad y construcciones. 

"Si tenemos en la actualidad un terremoto en esta región, el daño que pueda generar va a depender de la época porque en la seca es muy diferente a cuando estamos en época lluviosa, ya que cuando los suelos están húmedos y saturados cualquier estructura se hunde en la tierra y provoca un daño mayor”, agregó Protti.

De acuerdo con información brindada por la Red Sismológica Nacional de la Universidad de Costa Rica (UCR), el terremoto de Sábado Santo (1983) dejó 25 casas severamente dañadas y otras 44 tuvieron daños menores en la Zona Sur.

“Se presentó la formación de varios ‘volcancitos’ de arena, causados por fenómenos de licuefacción en el área de Sierpe, finca Guanacaste, a lo largo de la costa del Golfo Dulce y el sector pacífico de la Península de Osa. Se observó caída de bloques y asentamiento de terrenos aluviales y coluviales a lo largo de la carretera Interamericana.

“Durante este terremoto ocurrió el fenómeno de luminiscencia en el cielo, observado desde distintos sectores del Valle Central hacia la cordillera de Talamanca”, indicó la Red Sismológica.

En aquella ocasión el edificio de la Alcaldía de Ciudad Cortés colapsó, según la Comisión Nacional de Emergencias (CNE).

La población siempre debe de saber que un sismo fuerte podría suceder durante la Semana Santa, así como en cualquier otra semana del año, por lo que se debe estar preparada ante cualquier eventualidad.

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