Barcos camaroneros se pudren mientras pescadores piden opciones
Más de un mes después de que el presidente Alvarado vetara el proyecto que reavivaba la pesca de arrastre, un representante de los pescadores dice que el Poder Ejecutivo sigue sin proponer medidas alternas claras.
Este jueves al mediodía, el abrasador sol calentaba sin piedad la vieja y herrumbrada estructura de varios barcos camaroneros que flotaban lastimeramente en un pequeño muelle en barrio El Cocal de Puntarenas.
Se trata de unas diez embarcaciones que están deteriorándose continuamente. Se le trata de dar mantenimiento, pero este es costoso y desde hace años no han podido zarpar.
Si bien es cierto, estos barcos aún tienen arreglo, la inversión debe ser enorme y por el momento no hay ninguna señal de que volverán a navegar.
El presidente Carlos Alvarado vetó el proyecto de ley que permitía el proyecto de pesca de arrastre y con eso se hundió la iniciativa. La única forma de sacarlo a flote es mediante un resello de los diputados, para lo cual se ocupa de 38 votos, algo poco realista en estos momentos.
El Poder Ejecutivo habló de dar opciones distintas a la pesca de arrastre. Una de estas es la creación de granjas de camarón, pero uno de los representantes de los pescadores asegura que desde que se vetó el proyecto no se ha dado un verdadero acercamiento por parte de las autoridades, sino más bien sienten haber quedado en el olvido.
Emanuel González, quien ha llevado la voz cantante por parte de quienes impulsan la pesca de camarón, indicó que para esa propuesta de las granjas no hay estudios técnicos, lo que demuestra que hay un doble discurso, pues por un lado vetan una actividad que si tiene estudios y por el otro impulsan otras que no lo poseen.
Además, añadió que otra muestra de doble moral es que en el país se siguen importando camarones que vienen de países centroamericanos que realizan pesca sin las medidas que aquí se sugerían, pero que a esas importaciones no se les pide ninguna norma técnica.
González agregó que la cantidad de licencias otorgadas a los pescadores artesanales es mucho menor que la cantidad real de estos pescadores, lo cual demuestra que en ese sector no hay un control, mientras que la única actividad que iba a tener una estricta regulación (la pesca de camarón) ha sido la prohibida.
Vea en el siguiente video un extracto de sus declaraciones: