Doña Julia, una centenaria ejemplar que celebra la vida con humildad y devoción

En el centro de San Carlos vive una mujer que guarda en su memoria un siglo de historias, de trabajo, de fe… y de pan recién horneado. Julia Rodríguez nació el 28 de febrero de 1925 y forma parte de un grupo muy especial: es una de las 60 adultas mayores del cantón que han superado los 100 años, según datos de la Municipalidad de San Carlos.

“Me siento feliz, agradecida con Dios por llegar al siglo de vida”, dice con una sonrisa que ilumina tanto como su ejemplo.

A sus 100 años, su salud sigue siendo envidiable. Camina con calma, habla con claridad y mantiene la alegría intacta. Para ella, el secreto de una vida larga y plena ha sido tener mucha paciencia, humildad y estar siempre con Dios (ver nota completa en el video adjunto).

Pero si hay algo que la comunidad no olvida, es su talento en la cocina. Durante años, Julia fue la encargada de preparar el pan que hacía suspirar a los vecinos. El aroma que salía de su casa era un aviso claro: la hornada estaba lista y, sin falta, alguien llegaba por un pedacito del cariño que ella ponía en cada receta.

Hoy, doña Julia ya no amasa tanto como antes, pero su legado se mantiene vivo en cada historia que sus vecinos cuentan, en cada abrazo que recibe y en cada oración que ella sigue repitiendo con devoción.

“La vida es bonita, pero hay que saberla llevar”, nos dice, dejando una enseñanza sencilla pero poderosa.