Por AFP Agencia |24 de noviembre de 2020, 12:20 PM

El segundo retiro de fondos de pensiones para hacer frente a la crisis económica derivada de la pandemia abrió un nuevo flanco de protestas en Chile, donde dos proyectos paralelos se discuten en el Congreso.

El Senado debe sancionar el miércoles un proyecto de ley presentado por la oposición para permitir un segundo retiro del 10% de los fondos de pensiones, en iguales condiciones del que fue aprobado en julio pasado, de carácter universal y sin el pago de impuestos.

Aprobado ya en la Cámara de Diputados, la oposición tiene una leve mayoría en la Cámara Alta, pero para alcanzar el quorum necesario necesita los votos de senadores oficialistas, que ya aprobaron el primer proyecto.

En paralelo avanza también otra iniciativa presentada por el gobierno del presidente Sebastián Piñera, que impone una serie de requisitos para acceder a los fondos.

La medida busca establecer impuestos para quienes tengan rentas más altas y la obligatoriedad de restituir el dinero, en una estrategia que busca frenar la casi segura aprobación del proyecto opositor.

Adicionalmente, el gobierno anunció el domingo que llevará este proyecto a revisión del Tribunal Constitucional (TC), donde su ratificación no está asegurada pero cuyo análisis retrasará la tramitación de una iniciativa que es muy popular y que sus impulsores prometieron que estaría lista antes de la Navidad.

"El peor de los mundos sería un gobierno yendo al TC sin nada, pero nosotros vamos al TC diciendo: acá hay un proyecto que es muy similar, que va a poder beneficiar a la gente, la gente va a poder retirar su 10% pero focalicémoslo, hagámoslo constitucional y que las personas que tienen más paguen impuestos", explicó este martes el ministro del Interior, Rodrigo Delgado.

Nuevas protestas

Hace un mes los chilenos decidieron en un plebiscito cambiar la Constitución heredada de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1900), opción que obtuvo un abrumador 78%.

La iniciativa fue planteada para desactivar la crisis política y social que se abrió tras las masivas protestas que estallaron en Chile el 18 de octubre de 2019. Ahora, la estrategia del gobierno para frenar el nuevo retiro de fondos abrió un flanco de manifestaciones.

Si bien no han sido masivas, se han concentrado ahora en las cercanías del palacio presidencial de La Moneda, en el centro de Santiago, donde centenares de personas se han enfrentado violentamente con la Policía, que reprime las movilizaciones con carros blindados que lanzan agua con químicos y gases lacrimógenos.

"Efectivamente, desde la semana pasada, hay un cambio de estrategia", reconoció el ministro Delgado, sobre la intención ahora de los manifestantes de alejarse de la Plaza Italia, epicentro de las manifestaciones desde octubre de 2019, para avanzar hacia la casa de gobierno.

"No es la primera vez que el presidente Piñera enfrenta y tensiona las relaciones con el Parlamento. (El mandatario) no tiene ninguna sintonía con el drama cotidiano de millones de chilenos que no tienen cómo sobrevivir", dijo por su parte este martes la presidenta del Senado, la opositora Adriana Muñoz.

El primer retiro de fondos fue solicitado por unos 10 millones de trabajadores, que sacaron de las privadas Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) unos 18.000 millones de dólares.

De acuerdo a los parlamentarios que presentaron el proyecto para un segundo retiro, la iniciativa se hizo necesaria al agotarse las ayudas estatales planteadas por el gobierno para que las familias más pobres puedan hacer frente a la crisis económica derivada de la pandemia del coronavirus, que en Chile ha contagiado a más de 530.000 personas y provocado la muerte de más de 15.000.

El gobierno se opone a la medida, debido a las consecuencias futuras sobre las ya bajas pensiones de los trabajadores chilenos. Según sus cálculos, con este nuevo retiro cerca de 4,2 millones de afiliados a las AFP -un tercio del total- quedarían con sus cuentas de ahorro previsional en cero.