Convergencia triple de placas tectónicas: la ciencia detrás del terremoto en Turquía
Según la Red Sismológica Nacional, el terremoto y sus réplicas ocurrieron cerca del punto donde convergen tres placas tectónicas, que ha sido el epicentro de otros tres sismos en los últimos 50 años.
La actividad sísmica registrada en Turquía este lunes incluye, hasta el momento, dos terremotos de magnitud 7,8 y 7,5 que ocurrieron a no más de 95 kilómetros de distancia entre sí y que provocaron réplicas con magnitudes de hasta 6,7 grados en la escala de Richter.
Según explicó la Red Sismológica Nacional, esta actividad sísmica ocurre mayoritariamente en profundidades de entre 10 y 20 kilómetros, y se origina en una zona cercana al “punto triple” de convergencia entre tres placas tectónicas.
“Se origina muy cerca del punto triple donde se unen las placas Arábiga y Africana con el bloque de Anatolia, que abarca la mayor parte del territorio turco”, señaló la entidad en una publicación de Facebook.
Tal y como podrá constatar en las imágenes adjuntas, los sismos se originaron a lo largo (o cerca) de la falla Anatolia Este, que marca el límite entre el bloque tectónico de Anatolia y la placa Arábiga. Tanto así, que la actividad registrada en las últimas horas se distribuye a lo largo de unos 300 kilómetros en torno a esa falla.
Turquía está ubicada en una zona de alta actividad sísmica, donde solo el año pasado se registraron más de 20.000 movimientos, según la agencia nacional de emergencias (AFAD), de los cuales casi 130 superaban la magnitud 4 en la escala de Richter y uno superó el grado 6.
De acuerdo a los datos del sitio web de la AFAD, en la última semana se registraron cerca de 750 seísmos, 25 de ellos superiores a los 5.0 de magnitud. Y desde el terremoto que afectó en la madrugada de este lunes, las autoridades turcas reportan que el número de réplicas ya supera las 100.
Reportes internacionales confirman que en países como Líbano, Israel, Chipre y Jordania se sintieron movimientos telúricos posteriores al terremoto.
El país no había sufrido un terremoto de esta magnitud desde hace 25 años, y su origen se concentra en la falla de Anatolia, considerada como una de las estructuras geológicas más peligrosas del mundo.
En los últimos cien años se han registrado nueve terremotos de una magnitud de más de 7,5 en la escala de Richter cerca de la zona afectada y que corresponden a las mismas fallas que afectaron en esta ocasión, sumando cerca de 50 seísmos de una magnitud igual o superior a 7.
Tres terremotos de magnitud 6 o más han ocurrido en torno a la falla antes señalada desde 1970, el mayor de ellos siendo uno de magnitud 6,7 que se produjo en enero de 2020 y dejó al menos 29 fallecidos y más de mil heridos.
