Internacional

¿Cómo nació la revolución de Guatemala?

El movimiento despertó a Guatemala y en pocos días tenía 35.000 seguidores en Facebook, a tal punto que los medios de comunicación voltearon sus micrófonos a su página.

Por Teletica.com Redacción |6 de septiembre de 2015, 10:50 AM

Todo inicio un 16 de abril del presente año, cuando los medios de comunicación informaron sobre el destape de una compleja red de fraude aduanero que era dirigido por el secretario privado de la vicepresidencia, Juan Carlos Monzón, mejor conocido como “El Robacarros” por sus antecedentes como ladrón de autos.

Esa misma una noche, Lucía Mendizábal, una guatemalteca de 53 años y quien nunca ha participado en ningún partido político, posteo indignada un mensaje en Facebook para sus amigos: “A ver si hacemos algo”.

Sin ella tener idea, inició lo que en meses se convertiría en la mayor ola de indignación de toda la población de Guatemala.

Una marea de descontento, pacífica y viral, que derribaría de la presidencia al general Otto Pérez Molina y abriría una puerta a la esperanza en Centroamérica.

Según publicó el diario El País, al día siguiente, Mendizábal obtuvo media docena de respuestas, casada y madre de dos hijos, la mujer tomó fuerzas y se motivó a convocar una manifestación que puso en marcha con ayuda de siete amigos.

Personas comunes y corrientes, entre ellos un diseñador, una galerista y un estudiante de derecho. Todos se definían a sí mismos como un grupo de ciudadanos indignados, defensores de la legalidad, sin partidos políticos y totalmente disconformes con la corrupción.

Realizaron una primera convocatoria en el Parque de la Constitución para pedir la renuncia de la vicepresidenta y la retirada de la inmunidad al presidente Otto Pérez.

Su lema #RenunciaYa se viralizó rápidamente por Internet en las redes sociales del país.

Su única arma, la tecnología.

El movimiento despertó a Guatemala y en pocos días tenía 35.000 seguidores en Facebook, a tal punto que los medios de comunicación voltearon sus micrófonos hacia ellos.

Rápidamente se convirtieron en el tema central del país, ni los políticos entendían lo que sucedía.

El sábado 25 de abril, miles de personas sonaron sartenes, ollas y pitos en el parque, “Después recogieron con sus propias bolsas los desperdicios para dejarlo todo limpio”, expresó Mendizábal, según escribió el diario El País.

Guatemala alberga uno de los índices de pobreza más altos de América Latina, con un 60% de población en una precaria situación.

Además tiene una alta tasa de homicidios y violencia.

El Gobierno entendió por primera vez el despertar de una sociedad civil, hasta aquel momento inexistente.

Después de aquella marcha ya no eran siete amigos guatemaltecos unidos con un mismo fin de luchar contra la corrupción, sino que la masa de gente se convirtió en un país entero, centrado en buscar el cambio.

“Descubrimos que la gente común puede tomar la iniciativa y hacer valer sus derechos, basta con ser transparente y honesto”, concluye Mendizábal.

La Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), una fiscalía especial, amparada por la ONU, apareció para apoyar al pueblo.

Este organismo investigó a fondo hasta que el 21 de agosto acusó formalmente a el entonces presidente del país, Otto Pérez Molina, de ser el verdadero líder de la red de corrupción.

El país entero clamó por su renuncia al día siguiente, incluso sus aliados le dieron la espalda y el pasado miércoles le fue retirada su inmunidad para ser arrestado al día siguiente.

Guatemala, o mejor dicho, su pueblo, habían derribado a su propio presidente sin utilizar ni una sola arma, sin usar la fuerza.

La gente entendió el mensaje y lo mostró al mundo entero: Las redes sociales y su tecnología pueden ser fácilmente utilizadas para mover masas y hacer ver a un Gobierno que el pueblo que le eligió es el que manda.