8 de diciembre de 2021, 9:00 AM

Henry Álvarez/ Coach, Orador, Consejero, Conferencista, Orientador familiar y matrimonial

Llevamos más de dos años de estar viviendo en pandemia. En estos momentos estamos viviendo una segunda pandemia, la pandemia mental y emocional.  Vivimos de las apariencias, y ahora que se acerca la Navidad, se disparan los casos de trastornos depresivos; en los hombres es más por la presión a la que están sometidos. Pareciera que no se nos permite estar tristes y ser vulnerables, ya que en nuestra cultura esto, especialmente para los hombres, es un signo de debilidad. La presión económica y social es muy fuerte, y lo que hacemos es reprimir los sentimientos. Esto puede, eventualmente, producir una serie de enfermedades mentales y psicosomáticas. Aquí comparto algunas señales que nos pueden ayudar como indicador para saber si estamos deprimidos.

¿Discutes cada vez más con tu mujer o tus amigos? ¿Tienes menos paciencia con tus hijos o te sientes desganado y no puedes dormir bien? Tal vez estés deprimido. El primer paso es admitirlo, reconocerlo, y aceptarlo.  Es necesario que lo hagas para que puedas pedir ayuda para salir de ese estado, no sigas postergándolo, el postergar es un enemigo silencioso.  ¡Anímate! Los hombres también se deprimen, esto no le ocurre solamente las mujeres, como se nos ha hecho creer por nuestra sociedad machista en la que los varones crecen con la idea de que ser fuerte implica no estar triste ni demostrar sus sentimientos.

Lamentablemente, estas ideas no hacen más que impulsar a los varones a esconder lo que les pasa y, de ese modo, tampoco pueden acceder a la ayuda que necesitan para enfrentar las situaciones difíciles. Hemos sido castrados emocionalmente, nunca es tarde para cambiar esta forma de pensar, y empezar a renovar los pensamientos con la verdad. El gran maestro, Jesús, lo dijo: “conoceréis la verdad y la verdad os hará libres“.  El resultado es que muchos hombres están deprimidos, pero no reciben tratamiento ni asesoramiento profesional. Lo más alarmante de esta situación es que cuando la depresión se sale de control, puede llevar a cualquier persona a hacer algo peligroso. De hecho, si bien las estadísticas muestran que son las mujeres quienes generalmente más se deprimen, los intentos de suicidios suelen ser más trágicos en el caso de los hombres.

Se estima que la muerte por suicidio es cuatro veces más frecuente en los hombres que en las mujeres. Aunque estas tienden a cometer más intentos de suicidio que los hombres, la tasa de suicidio de los hombres es mayor posiblemente porque los métodos que usan para intentar quitarse la vida suelen ser más letales que los que usan las mujeres, como por ejemplo, los hombres usan armas de fuego en vez de tomar un exceso de pastillas.

El primer paso es admitirlo y reconocerlo, la negación no es buena, se necesita de valentía para admitirlo. Recuerda y acepta que los hombres también lloran, y sienten temor. Dejemos de caminar por la vida demostrándole a la gente que no necesitan ayuda y que pueden salir solos. Algunas investigaciones indican que, de recibir el tratamiento correcto, estas muertes podrían evitarse. ¿Por qué no ocurre? No solo a muchos les cuesta admitir que están deprimidos, a veces ni siquiera pueden reconocer que lo están.

Las mujeres manifiestan síntomas diferentes, por ejemplo, mientras que tienden a sentirse tristes, con culpas y autoestima baja, los hombres se vuelven más irritables, sienten cansancio, perdida de interés por las actividades cotidianas y tienen problemas para dormir. Además, es más común que se apoyen en el alcohol  y las drogas para escaparse de la situación y así evitan enfrentar una realidad que les cuesta asumir. Otra forma de tratar de ocultar el problema (la depresión) es llenarse de actividades y de trabajo, pero esa hiperactividad suele ocurrir junto con un estado de intolerancia, enojo y agresión. A esto, se le añade otros síntomas como dolores de cabeza, trastornos digestivos y dolores crónicos.  Otras veces, las señales emocionales no son tan evidentes o se esconden detrás de todo esto que hace que se corra el foco del verdadero problema y hasta los mismos médicos no logren detectar que la causa real de esos malestares es un trastorno depresivo. Se dice que en los Estados Unidos, al menos seis millones de varones sufren algún trastorno depresivo.

En cualquier caso, es importante que tú mismo reconozcas que algo no anda bien, para que puedas hablar claro y buscar la ayuda necesaria. La depresión es un trastorno médico serio que afecta al organismo, el estado de ánimo, la manera de pensar, comer y dormir, y también cambia la forma de pensar y de sentir. Los hombres que padecen de un trastorno depresivo o de depresión no pueden mejorar por sí solos, y si no se tratan, los episodios de depresión pueden durar semanas, meses, o incluso años.

Pregúntate si te sientes triste, vacío, irritable, enojado, culpable, inútil, pesimista, desesperado, perdido, cansado, inquieto, perturbado, que nadie se interesa por ti o que no vale la pena vivir. Evalúa si estas durmiendo más o menos de lo usual, si has cambiado tus hábitos con la comida, si tienes dolores de cabeza o de estómago con frecuencia, u otros dolores crónicos, si tienes problemas para concentrarte, para recordar cosas o para tomar decisiones, si has perdido el interés en el trabajo o en otras actividades que antes te gustaban y hasta si has perdido el deseo sexual, es hora de que busques ayuda profesional calificado, nunca es tarde, di basta ya, y rompe el silencio, muestra tu valentía reconociendo que necesitas ayuda. 

Si no tienes a nadie, puedes contar conmigo, solo llámame al 8613-9136, o escríbeme al correo: [email protected], y con mucho gusto te atenderé.