Sucesos
OIJ busca a madre del bebé abandonado en basurero en Hatillo
Según informó la institución, las pesquisas están a cargo de la Sección de Delitos contra la Integridad Física y Tránsito.
Francisco Quirós, oficial de la Fuerza Pública que rescató al recién nacido en un basurero clandestino en Hatillo, San José, relató con profunda emoción los primeros momentos tras encontrar al pequeño y expresó su deseo de verlo crecer, estudiar y, algún día, sentarse con él a comer un helado, ya que “lo considera un hijo” (ver video adjunto).
El rescate ocurrió la mañana del miércoles, cuando Quirós y un compañero atendieron una alerta sobre el llanto de un bebé dentro de un botadero, ubicado en un lote baldío cerca del antiguo Rancho Guanacaste, a un costado del río.
Al llegar, el policía encontró al recién nacido en condiciones críticas, con la ropa mojada y expuesto a todo tipo de riesgos.
“Él estaba expuesto al aire, al clima, al agua, al sol, a animales que pudieran haberle hecho algún tipo de daño. Cuando lo vi, estaba con su ropita mojada, moradito, llorando mucho. Casi no podía mover los piecitos ni las manitas, toda su energía estaba enfocada en pedir ayuda”, relató Quirós.
El oficial, quien tiene 16 años de pertenecer a la Fuerza Pública, recordó que al tomar al bebé en brazos, este se tranquilizó al sentir el calor de su cuerpo.
“Cuando lo arrimo a mi pecho, ese bebé deja de llorar un momento y se tranquiliza un poco. Supongo yo que el calor de mi cuerpo lo sintió y le dio alivio, sintió que alguien llegó a ayudarlo.
“El sentimiento que me dio cuando lo puse en mi pecho fue protegerlo de cualquier daño. Traté de darle el calor que un padre le da a su hijo, sentir que alguien lo ama en este momento, porque no es fácil”, expresó Quirós.
Después del rescate, el oficial entregó al recién nacido al personal médico de la Clínica Solón Núñez, donde fue estabilizado antes de ser trasladado al Hospital Nacional de Niños. El uniformado comentó que le fue difícil separarse del bebé, pues sentía el impulso de seguir acompañándolo.
“Mi sentimiento era no alejarme de él, no quitarme del lado de él, no correrme, no dejarlo abandonado como una persona lo hizo la primera vez”, aseguró Quirós.
Francisco Quirós es padre de una hija de 21 años y ha criado a tres hijos de una expareja, a quienes considera suyos. Su historia personal y su vocación de servicio lo han hecho mantener la fe en medio de los riesgos de su trabajo.
Durante la entrevista con Teletica.com, recordó también un accidente laboral ocurrido en 2015, cuando recibió un disparo en la pierna derecha durante un servicio frente al Hospital San Juan de Dios, hecho que lo marcó profundamente.
Pese a las adversidades, afirma que cada acto de servicio le reafirma su vocación.
“Nadie me mandó. Nosotros, mi compañero y yo, decidimos ir ahí con la vocación de ayudar. Para eso somos oficiales de Fuerza Pública, para ayudar a las personas, y más cuando son niños”, señaló Quirós.
El oficial comentó que sueña con poder visitar al bebé en el hospital y colaborar en lo que necesite.
“Espero poder ir a verlo con el permiso de mi jefatura, poder visitarlo para saber cómo está, si ocupa ropita o algo. Que sienta ese cariño padre que no tiene en este momento, porque él se merece ese cariño”, expresó Quirós.
Conmovido, Quirós aseguró que siente una conexión especial con el recién nacido, a quien considera como un hijo.
“Si tengo que estar para el bebé, lo voy a estar. Sé que podrá sonar muy loco, pero lo considero como un hijo. Él merece un papá. Daría todo por tenerlo ahorita conmigo. Tanto él me salvó a mí, como yo lo salvé a él”, manifestó Quirós.
Finalmente, el policía confesó que anhela reencontrarse con el menor en el futuro y compartir con él momentos sencillos, pero llenos de significado.
“Sueño con verlo crecer, graduándose del kínder, de la escuela, del colegio, de la universidad. Y ojalá algún día sentarme con él en un parque, comernos un gran helado”, concluyó Quirós.
El recién nacido fue encontrado a las 10:05 a. m. de este miércoles, aun con el cordón umbilical, y se estima que tenía entre cuatro y cinco días de nacido.
Las autoridades judiciales y el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) mantienen abiertas las investigaciones para esclarecer las circunstancias en que fue abandonado.