POR Gabriel Pacheco | 7 de abril de 2024, 8:00 AM

Hollywood y las series policiacas de televisión han mostrado, por años, sofisticados laboratorios y técnicas para investigar crímenes, robos, desapariciones, entre otros asuntos judiciales. 

Sus herramientas son tan avanzadas que rara vez un caso queda sin saber quién fue el culpable, pero, ¿cómo funciona la vida real? 

Según el exfiscal adjunto de Crimen Organizado, Osvaldo Henderson, toda investigación, sin importar el delito, sigue una estructura organizada para asegurar que no se escape ningún detalle.

En dicho proceso primero se debe describir qué pasó a través del testimonio denunciante, luego determinar si los hechos son o no un delito y en caso de serlo, hay que establecer un plan de investigación para recabar las pruebas. Hay 3 elementos clave para el plan:

1. Establecer el perfil de la víctima. 

"El perfil es importantísimo, nos delimita lo que podemos buscar. ¿Quién era?, ¿a qué se dedicaba?, ¿con quién se relacionaba?, ¿dónde vivía? Cada contexto nos da pistas muy particulares en la ruta de investigación"

"Por ejemplo, la víctima tiene un carro: En la zona rural ese dato es muy importante, porque los vecinos casi que con solo verlo saben quién va a ahí y de quién es. En San José no pasa eso, hay miles de carros iguales" explica Henderson.

El exjefe de Recolección de Indicios del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Roberto Méndez, asegura que hay que hacer un estudio de vida y costumbres para saber cómo se comportaba la víctima antes de desaparecer.

El estudio no solo involucra a la persona buscada, en él se incluye todo su entorno, los antecedentes penales que pueda o no tener, estudiar a la última persona que vio a la víctima con vida entre una larga lista de elementos a incluir en el análisis. 

"No es una lista que se puede marcar con check, la experiencia del equipo es clave para saber por donde buscar" puntualiza el exfiscal. 

2. Determinar el móvil de la desaparición.

Ambos especialistas coinciden en que el perfil de la víctima y el estudio de sus costumbres arroja indicios que muestran la posible motivación detrás de la desaparición.

Cuando determinan el móvil, se comparan casos anteriores que tenga algún parecido y se buscan pruebas similares. 

Esto es clave para delimitar la búsqueda y ahorrar recursos, los cuales, según Méndez y Henderson, actualmente son escasos en el OIJ,

3. La huella digital es más dificil de borrar.

Cada acción que hacemos en el teléfono, en la computadora o un sistema conectado a internet deja un rastro, por eso, revisar los registros digitales es cada más importante en el plan de investigación de las autoridades. 



"Creo que ha ido mejorando la coordinación  con las oficinas internacionales encargadas de esos y ahora se gestiona mucho más ágil, antes era muy difícil conseguir, por ejemplo que Google te diera alguna información o abrir un celular, si era Apple, era muy difícil" considera el exfical de Crimen Organizado

"Revisamos movimientos bancarios, pagos con tarjetas, los videos de donde se hicieron esos pagos. ¿Los hizo la persona desaparecida?, si no, ¿quién está usando sus tarjetas? La tecnología es altamente rastreable" puntualiza Roberto Méndez. 

Ambos creen que a nivel científico hay parecidos a las series de televisión.

"Revisar una cámara de vídeo y que usted puede aproximar y que le den los píxeles para identificar la cara... eso no pasa en la vida real. Las cámaras en Costa Rica no dan para eso" dice Henderson

"Para llegar la certeza probatoria es un camino difícil, sin embargo, el Organismo de Investigación Judicial tiene uno de los mejores este las mejores estructuras de investigación criminal latinoamericano y han podido llevar a buen término casos que parecían que no se podían resolver" agrega Méndez

Cantidad de denuncias por desaparición creció más de 20% en 2023​

Según la Memoria Institucional 2023 del OIJ, en 2022 recibieron 3058 denuncias por personas no localizadas, el año pasado fueron 3720, un incremento del 22%.

Aunque según Roberto Méndez, una gran cantidad son alejamientos voluntarios. 

"E
l 99% de los casos que se denuncian de personas desaparecidas no lo son, no son tal cual, sino que son en virtud de problemas familiares de violencia de este problema sentimental y de otra serie de problemas que hacen que la persona se vaya voluntariamente de la casa, deje todo y quiera iniciar una nueva vida" afirma el experto basado en datos estadísticos del OIJ.

Él asegura que investigar estos casos desgastan considerablemente la capacidad de investigación de la institución y provoca saturación del sistema.

En 2023, cada 3 horas y 51 minutos, el OIJ recibió una denuncia por personas menores de edad no localizadas. Las mujeres de entre 12 y 17 años fueron las víctimas más numerosas, con 1418 casos.