POR Luis Jiménez | 8 de marzo de 2025, 8:15 AM

El 27 de junio de 1975, Costa Rica vivió un hecho sin precedentes: el primer secuestro extorsivo que sería investigado por el recién creado Organismo de Investigación Judicial (OIJ).

La víctima, Yorleny Omira Castro Sequeira, una niña de 9 años, desapareció cuando se dirigía a la escuela desde su casa en Barrio Aranjuez, San José.

Aquella mañana, Yorleny salió de su hogar rumbo a la escuela República de México, ubicada a escasos 200 metros de distancia. Sin embargo, desconocidos la interceptaron en el camino y la introdujeron a la fuerza en un vehículo. Los secuestradores la trasladaron a una vivienda cercana al estadio Eladio Rosabal Cordero, en Heredia, desde donde exigieron un rescate de tres millones de colones a cambio de su liberación.

La noticia se propagó rápidamente, lo que ejerció presión sobre los criminales. Tras seis días de cautiverio, los secuestradores decidieron liberar a la niña sin recibir el rescate exigido tras la atención policial.

Este caso marcó un hito en la historia de la investigación criminal en el país, ya que fue el primero en el que intervino el OIJ, entidad que comenzaba a asumir la responsabilidad de esclarecer los delitos en Costa Rica.

Gerardo Castaing, exjefe del OIJ, recordó el caso con detalle: “Yorleny iba para la escuela y ahí unos sujetos la secuestran. Es un secuestro extorsivo porque pedían dinero a cambio de la liberación de la persona”.

“Este caso lo empezó a trabajar la Dirección de Investigaciones Criminales (DIC) del Ministerio de Seguridad Pública porque eran ellos los encargados antes de que nosotros iniciáramos las investigaciones criminales. En ese momento empezábamos a funcionar en el OIJ y llegó un momento donde nos involucramos en el secuestro.

“La investigación permitió identificar y capturar a los responsables del crimen. Entre los principales sospechosos figuraban tres sujetos de apellido Araya, Rapso y un colombiano identificado como Rigoberto Fino Aguilera. La clave para identificarlos fue el testimonio de la menor, quien recordó una cicatriz y los ojos claros de uno de sus captores, detalles que coincidieron con uno de los criminales”, dijo Castaing.

Entre ellos destacaba Félix María Araya Arias, alias "Gato Félix", un delincuente reconocido en el ámbito criminal costarricense.

Luego de un proceso judicial, los responsables fueron condenados a prisión. Castaing resaltó la importancia de este caso para la consolidación del OIJ como entidad investigativa.

“Este fue el primer caso donde el OIJ intervino en materia de secuestro, el cual era extorsivo. El OIJ iba asumiendo progresivamente la atención de todos los delitos y este era un delito bastante grave”, agregó Castaing.

La menor, a pesar de haber estado 136 horas secuestrada, se recuperó sin secuelas físicas graves. El caso sentó un precedente y puso de manifiesto la necesidad de fortalecer la investigación criminal en el país, lo que llevó a la consolidación del OIJ como la principal entidad en la lucha contra el crimen.

A casi cinco décadas de este hecho, el secuestro de Yorleny Omira Castro Sequeira sigue siendo un referente histórico en la criminología costarricense. Actualmente, la mujer tiene 59 años, está casada, vive en San José, y es madre de dos hombres y una mujer.

Teletica.com la contactó para hablar del caso, pero ella aseguró que le prometió a su familia nunca recordar el tema.

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