Nacional
Hospital de Niños sigue enfrentando colapso por infecciones respiratorias
Según las estadísticas oficiales, ya se contabilizan 26 fallecimientos infantiles por virus respiratorios en lo que va del año.
Los virus respiratorios continúan representando una seria amenaza para la población pediátrica en Costa Rica. De acuerdo con datos actualizados del Hospital Nacional de Niños, actualmente 93 menores permanecen hospitalizados a causa de estas infecciones, de los cuales 22 se encuentran en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
La situación preocupa al personal médico, ya que coincide con una combinación considerada de alto riesgo: vacaciones, paseos, celebraciones y reuniones familiares, junto con una amplia circulación de distintos virus respiratorios en el país.
La pediatra neumóloga del HNN, Lydiana Ávila, advirtió que estas infecciones afectan principalmente a los menores de edad, en especial a niños pequeños y a aquellos con condiciones preexistentes como el asma.
“Los virus respiratorios no deben verse como un simple resfriado, ya que pueden generar complicaciones severas”, explicó la especialista.
El último informe del centro médico confirma que, durante este año, 43 niños fallecieron como consecuencia directa de infecciones respiratorias, un dato que refuerza el llamado de atención a padres y cuidadores (ver video adjunto de Telenoticias).
Ávila insistió en la importancia de extremar las medidas preventivas, sobre todo en hogares con niños menores de dos años, quienes son más vulnerables a desarrollar cuadros graves. Entre las recomendaciones destacan evitar la exposición a personas enfermas, mantener una adecuada higiene de manos y acudir oportunamente a los servicios de salud ante síntomas respiratorios.
Otra de las medidas clave señaladas por los especialistas es el uso de mascarilla por parte de la persona enferma. Esta barrera, indicaron, puede reducir de forma significativa el riesgo de contagio dentro del hogar y en espacios compartidos.
Las autoridades médicas reiteran el llamado a no bajar la guardia durante las celebraciones de fin de año y a priorizar la protección de los niños ante la circulación activa de virus respiratorios.