POR Michelle Naranjo Barboza | 12 de mayo de 2021, 20:00 PM

El Consejo Nacional de la Persona Adulta Mayor (CONAPAM), la Organización Internacional para las Migraciones (OMI) y la Cancillería costarricense en conjunto, lograron que Rafael Ángel González Barrientos, un tico de 90 años, regresara a Costa Rica luego de vivir como indigente en Tegucigalpa, Honduras.

Don Rafael fue hallado por un equipo de reporteros de TV Azteca Honduras a mediados de junio del año pasado y trasladado en un deteriorado estado físico y mental por la policía hondureña al Asilo de discapacitados del Hospital San Felipe donde recibió atención médica y cuido por los últimos 10 meses.

 

Durante este periodo se logró documentar a don Rafael con la cédula de identidad costarricense, mientras se realizaba todo el proceso de repatriación mediante un programa de retorno voluntario de personas migrantes en condición de vulnerabilidad del OMI, que finalizó el pasado lunes.

“El se sentía muy feliz y muy orgulloso cuando se le entregó su cédula de identidad, se sintió dignificado” comentó en una entrevista para Teletica.com Mauricio Herrera, embajador de Costa Rica en Honduras. 

Además agregó que la cédula tenía un fuerte valor sentimental para don Rafael, le llamaba la tarjeta de mamá, ya que al ser hijo único tenía una fuerte relación con su madre y al tener la cédula el nombre de su madre, solía andarla siempre en el bolsillo de su camisa.

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Don Rafael Ángel tuvo una vida muy activa como bailarín y coreógrafo de bailes populares. Recorrió Latinoamérica en los años 60 y 70 junto a su esposa, una mujer cubana que murió muy joven, terminando su travesía en Honduras, donde según registro de migración, ingreso por última vez en noviembre de 1994 por el puesto de Guasaule, en la frontera con Nicaragua.

Estando en Honduras, Rafael recuerda estar trabajando como coreógrafo en clubes nocturnos en San Pedro Sula, posteriormente por razones desconocidas, su trabajo se convirtió en revender chicles en las calles, lo que no pudo continuar siendo posible luego de ser víctima de un robo del poco dinero que tenía para pagar el cuarto donde vivía y comprar los chicles, dejándole en la calle.

Don Rafael llegó al país el pasado lunes y se encuentra actualmente sano y en perfectas condiciones en el Hogar del Adulto Mayor en Tirrases.