POR Paulo Villalobos | 6 de diciembre de 2025, 8:00 AM

Por primera vez en su historia, la Sala Constitucional cerrará un año calendario con más de 40.000 asuntos votados; una cantidad de gestiones que nunca antes había recibido esa institución.

Apenas en 2020, el Alto Tribunal recibió casi la mitad de recursos y, desde entonces, todo fue al alza.

Para atender ese número creciente de asuntos, las manos se quedan cortas. De ahí la urgencia de encontrar alternativas para que la tutela de los derechos ciudadanos sea efectiva.

El recién reelecto presidente de la Sala, Fernando Castillo, adelantó en entrevista con Teletica.com que en 2026 impulsará una propuesta para hacerle frente a esa sobrecarga laboral.

"Desde el punto de vista humano, desde el punto de vista de la salud, resulta algo que ya desborda las capacidades de los magistrados, de los letrados y del personal de apoyo. Yo creo que, y eso será tal vez una de las labores que emprenderé Dios mediante con la próxima administración, y con las nuevas fracciones parlamentarias, será ver si es posible crear los tribunales de garantías constitucionales.

"Creo que nosotros ya no vamos a poder seguir en el mediano plazo con una carga de trabajo que ya supera los casi 40.000 asuntos por año. Por eso es una necesidad imperiosa que hay que someterla a discusión, primeramente a lo interno del Tribunal, y lógicamente con los actores políticos, para ver si sería factible crear los famosos tribunales de garantías constitucionales, que vengan a descargar parte", indicó el alto juez.

La idea es que estos nuevos órganos vengan a resolver los amparos presentados por ciudadanos, de manera que a los magistrados solo les corresponda evacuar acciones de inconstitucionalidad, las consultas legislativas y las judiciales.

Casi el 90% de las gestiones que el Alto Tribunal resuelve por año en promedio son, precisamente, amparos.

"Si usted ve la jurisdicción penal, usted ve que hay tribunales de primera instancia, tribunales de apelación, y está la Sala de Casación. Nosotros tenemos un tribunal hiperconcentrado, porque en solo un tribunal está concentrado toda la jurisdicción constitucional.

"La idea sería desagregar la jurisdicción constitucional en tribunales constitucionales y eventualmente dejar ciertas materias a la Sala y solo por vía de una apelación muy restringida, conocer lo que resuelven esos tribunales", explicó Castillo.

El alto juez es de la tesis de que, si se opta por una opción como la descrita, se logrará una justicia más efectiva, reposa y reflexiva.

A pesar de que ha habido quienes plantean la necesidad de sacar a la Sala Constitucional del Poder Judicial, el magistrado cree que “pasarán muchos años” antes de que ello ocurra y, por ende, cree que la discusión que debe avanzar es la de creación de los tribunales de garantías constitucionales.

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