Costa Rica sigue a la espera de la respuesta de Nicaragua y Panamá sobre el plan piloto para la reactivación del flujo comercial entre las tres naciones.
La propuesta tica, presentada desde el lunes anterior, pretende la reapertura del tránsito entre los países pero con restricciones sanitarias como la realización de pruebas de COVID-19, la disposición de almacenes para el descargo o montaje de carga o la escolta mediante de convoys de seguridad para los transportes en tránsito.
Ese plan, que en teoría tenía el visto bueno canalero, sigue a la espera de la retroalimentación de las naciones vecinas involucradas.
“No hemos recibido contrapropuestas ni luz verde para empezar con plan piloto que creemos que permitirá retomar el flujo comercial con un control sanitario. No vemos que los países accedan a comenzar con este plan”, reconoció la ministra de Comercio Exterior, Dyalá Jiménez.
La jerarca confirmó que el plan está siendo conversado en Panamá con el sector privado antes de empezar a operativizarlo, mientras que en el norte el Gobierno de Daniel Ortega ha sido tajante en que solo aceptará la apertura sin las medidas sanitarias.
Así, el Gobierno nicaragüense en estos momentos ni siquiera tiene personal en los puestos fronterizos con Costa Rica, mientras que al sur un grupo transportistas mantiene bloqueado el paso.
La Ministra confirmó, si embargo, que este domingo se permitió el paso de ocho furgones con mercadería perecedera que viajaban de Panamá hacia Nicaragua y que fueron escoltados por oficiales costarricenses.
El Ministro de Seguridad, Michael Soto, aclaró esta tarde que las fronteras ticas siguen abiertas pese a la posición de los países vecinos.