En Profundidad
En Profundidad: ¿En qué consiste la polémica por la subasta de frecuencias?
Un abogado especialista en regulación de telecomunicaciones lo explica detenidamente en esta entrevista.
La suspensión de la subasta de frecuencias de radio y televisión dictada por la Sala Constitucional abrió una discusión nacional sobre la magnitud de la participación en el concurso, sin embargo, para el Ministerio de Ciencia, Innovación, Tecnología y Telecomunicaciones (Micitt), el nivel de participación que finalmente se observó no fue una sorpresa.
De acuerdo con la ministra de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones, Paula Bogantes, el propio estudio de mercado realizado por la Superintendencia de Telecomunicaciones (SUTEL) indicaba que una parte importante del sector no tenía interés en concursar por las frecuencias.
“Según el estudio de mercado íbamos a tener una participación más baja porque al rededor de un 40% entre las dos industrias de radio FM y TV no participaron. Entonces, ya de por sí, del total de empresas que están registradas a hoy, por lo menos un 40% no iba a participar”, explicó en una entrevista con el programa 7 Días que será emitida este lunes.
La subasta, diseñada para reasignar todas las frecuencias luego del vencimiento de los títulos habilitantes en junio de 2024, avanzaba con un cartel que había recibido el visto bueno de la Contraloría General de la República.
No obstante, los recursos de amparo presentados ante la Sala IV y la medida cautelar ordenada por el magistrado instructor Paul Rueda detuvieron el proceso hasta que se resuelvan los amparos.
El tribunal señaló “el grave riesgo de una disminución significativa de los servicios de radiodifusión” debido al bajo número de ofertas, lo que podría derivar en una reducción de “al menos dos tercios” de las emisoras y canales actuales.
Aunque esa advertencia generó preocupación, la ministra sostiene que la baja participación no debía interpretarse como una falla del cartel, sino como una consecuencia esperada y respaldada en datos.
Uno de los elementos centrales del análisis del Micitt es el estudio que SUTEL debía entregar como insumo para definir el proceso de subasta. Ese documento reveló, según Bogantes, que poco más del 50% de las empresas de radio y poco más del 60% de las de televisión manifestaron su intención de participar.
Para el Micitt, la cantidad de empresas oferentes no solo era previsible, sino coherente con dos realidades: la transición del consumo de contenidos hacia plataformas digitales y la composición del sector, dominado por pequeñas y medianas empresas que podrían enfrentar dificultades económicas para asumir los precios base definidos por SUTEL.
La ministra fue particularmente crítica con la decisión adoptada por la Sala IV, señalando que el fallo no tomó en cuenta los criterios emitidos por la Contraloría sobre libertad de expresión y libertad de prensa.
“A mí me parece una barbaridad que la Sala haya fallado sin haber tomado en cuenta lo dicho por la Contraloría General de la República”, afirmó. También cuestionó que el tribunal no convocara a la Contraloría a la audiencia, a pesar de ser un actor clave en el proceso.