La grave crisis económica y humanitaria provocada por la dictadura de Nicolás Maduro los obligó a dejar todo lo que tenían atrás.
Primero se refugiaron en Perú, de ahí pasaron a Colombia para cruzar la dura selva del Tapón del Darién, donde fueron víctima de asaltos y ataques sexuales.
“Nos robaron pertenencias que teníamos, dinero, incluso abusos sexuales de algunas mujeres, me tocó subir con el niño en brazos toda la montaña del Darién”, contó Leonardo Paternidad, venezolano afectado.
La familia Paternidad Madriz está compuesta por siete menores y tres adultos; llegaron a Costa Rica hace 15 días.
En su primera noche en San José tuvieron que dormir en la acera de la terminal de buses hacia San Carlos y fueron víctimas del hampa.
“Llegamos hasta la terminal 7-10, llegamos tarde en la noche, no sabíamos que cerraban a una hora específica, nos quedamos a dormir afuera y llegaron los ladrones y se nos llevaron unas pertenencias”, acotó Paternidad.
Esta familia pasa los días en Santa Rosa de Pocosol, en San Carlos, pues su plan es cruzar hacia Nicaragua y de ahí seguir su trayecto hasta Estados Unidos.
“Necesitamos ayuda de Costa Rica para seguir nuestros sueños, por nuestros hijos, necesitamos ayuda para seguir, porque Nicaragua nos pide demasiado, queremos buscar un futuro para nuestra familia”, dijo Jennifer Madriz, la madre de familia.
En la comunidad les ayudan con hospedaje y alimentación mientras recolectan los $1.800 que necesitan para seguir su camino.
“El jueves los encontré a ellos, en la iglesia nos facilitaron la cocina y varias personas del pueblo donaron un diario para hacerles la comida, logramos conseguir una casa para que pasen la noche, pero ya las ayudas se están terminando y necesitamos el dinero para que ellos puedan seguir su camino”, dijo Rebeca Tencio, una de las voluntarias encargadas de ayudar a los migrantes.
Mediante el SINPE de un vecino, están colectando el dinero, pero, aún falta mucho, por lo que si desea ayudarlos puede hacer el donativo al número 7179-9785.