Nacional
Senasa confirma caso de rabia paralítica bovina en Puntarenas
La autoridad animal informó que el bovino contagiado murió a causa de esta peligrosa enfermedad y que hay otros 26 animales en cuarentena.
El Servicio Fitosanitario del Estado (SFE), del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), confirmó la detección de un brote de caracol gigante africano (Achatina Lissachatina fulica) en una zona residencial de la provincia de Heredia.
Según informó la institución, este molusco representa un peligro potencial para la producción agrícola, debido a los daños directos que puede ocasionar en los cultivos y al riesgo de cierre de mercados de exportación, ya que se trata de una de las plagas más temidas en el comercio internacional por su facilidad para transportarse y propagarse.
El caracol gigante africano puede desplazarse con ayuda de seres humanos o por medio de factores naturales, como ríos y condiciones climáticas, lo que facilita su expansión.
El personal del SFE realiza actualmente inspecciones de identificación para determinar la extensión del brote, contabilizar los especímenes y proceder con su recolección y destrucción segura.
“Afortunadamente, la zona donde se detectó no es de producción agrícola, sino más bien residencial; sin embargo, por el enorme potencial de dispersión de la plaga desplegaremos todo nuestro esfuerzo y los recursos disponibles para controlar el brote”, señaló Nelson Morera, director ejecutivo del SFE.
El hallazgo fue posible gracias a la colaboración de las personas de la comunidad, ya que, al no tratarse de una zona agrícola, el área no figuraba dentro del mapa de vigilancia fitosanitaria. Las autoridades mantienen una comunicación constante con los vecinos para coordinar las acciones de control.
El SFE recordó a la población una serie de medidas preventivas y de reporte:
El SFE recordó que en Costa Rica existe una gran variedad de caracoles nativos que forman parte del ecosistema y no representan riesgo para la agricultura.
La institución destacó que la presencia del caracol gigante africano en el país se detectó por primera vez en Curubandé, Liberia, en 2021, y que hasta ahora no se había identificado en ninguna otra zona del territorio nacional.