POR Juan José Herrera | 25 de mayo de 2024, 22:16 PM

El Colegio de Farmacéuticos de Costa Rica hizo un llamado urgente a la población y las autoridades sobre la necesidad de generar regulación y políticas públicas para el correcto desecho de los medicamentos y sus residuos.

Según esa entidad, este es un paso crucial para proteger tanto la salud de las personas como el medio ambiente, pues una mala disposición de los medicamentos también tiene consecuencias en la calidad del agua del país.  

El Colegio explicó que en Costa Rica los servicios públicos (CCSS e INS) cubren al 95% de la población, pero además existen más de 1.200 farmacias privadas en todo el país que ofrecen medicamentos de venta libre.

Como ejemplo, señala esa entidad, en 2022 la CCSS distribuyó 92.5 millones de cupones de medicamentos, mientras que en las farmacias privadas se vendieron unos 42 millones de medicamentos.

Eso significa que, cada año, se distribuyen unos 130 millones de medicamentos sin que en el país exista una legislación que regule su disposición final.

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Esta situación incide directamente en los tiempos de espera de los servicios de Farmacia.

“El mal manejo de residuos de medicamentos también implica que, tras el consumo, las excretas y orina de seres humanos y animales, que contienen restos de estos fármacos, terminen contaminando las aguas residuales, las cuales, al no contar con plantas de tratamiento adecuadas, no siempre pueden eliminar estas sustancias.

“Esto lleva a la bioacumulación y afecta la cadena alimenticia, alterando la calidad de vida y capacidades de los organismos”, advirtió el doctor Gustavo Sáenz, farmacéutico y vocero del Colegio de Farmacéuticos.

La legislación actual carece de normas que, por ejemplo, aclaren dónde deben dejar los usuarios los medicamentos no utilizados o vencidos, pues no todas las farmacias están equipadas para recibir estos residuos.

Por eso, la entidad ya trabaja en proyectos para modificar las políticas relacionadas con los contaminantes de medicamentos.

“Actualmente, la Ley de Gestión Integral de Residuos, en su Artículo 26, no prioriza los residuos de medicamentos ni los agroquímicos, lo que limita la capacidad de exigir a fabricantes y consumidores que asuman la responsabilidad de su gestión. Los expertos buscan, mediante evidencia técnica y científica, incluir los medicamentos en la lista de residuos peligrosos”, añadió el Colegio.

En Costa Rica, la única iniciativa que existe en ese sentido es el Programa Punto Seguro, un esfuerzo privado de carácter público que ofrece alternativas ambientalmente responsables para el desecho de medicamentos y sus residuos.

Del total de residuos que recoge, asegura el Colegio, el 66% proviene de la CCSS y el 86% son productos vencidos; sin embargo, aún no existen procesos adecuados para el desecho de agujas y otros punzocortantes.

“El Colegio de Farmacéuticos de Costa Rica insta a la comunidad, autoridades y sectores involucrados a unirse en esta misión de recolección segura de residuos de medicamentos, protegiendo así nuestra salud y el medio ambiente”, finalizó.