POR Bárbara Marín | 22 de mayo de 2019, 7:49 AM

Guido Vargas, secretario de Unión de Pequeños Productores Agropecuarios Costarricenses (UPA), tiene 72 años de edad y es agricultor de café en su propia finca en Atenas, Alajuela. Con mucho esfuerzo ha logrado colocar su producto a nivel nacional e internacional.

El glifosato lo utiliza para controlar las hierbas invasoras que atentan contra su cultivo, debido a que las malezas en el cafetal son un problema constante, sin embargo, no es un químico que utilice a diario.

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La efectividad del herbicida resulta bastante atractivo para los agricultores debido a que el crecimiento de las plantas no deseadas se detiene a las pocas horas de la aplicación, por lo que se torna la opción más económica y eficiente.

Don Guido indicó que él y los otros peones que laboran en su finca utilizan todas las herramientas y trajes adecuados para la aplicación del químico, por lo que nunca han presentado ningún problema de salud.

"Tengo 72 años, produzco mi propio café y no tengo problemas de salud por glifosato y sigo trabajando...¨ ¨Siempre es importante contar con la guía de un agrónomo y hacer uso responsable del químico", agregó Vargas.

En el caso de que el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) prohíba el uso del herbicida, Guido Vargas afirma que se desencadenaría una afectación económica importante para todo el gremio agricultor, en momentos donde la desaceleración en el sector es una amenaza.

"Estamos defendiendo la oportunidad de tener un insumo que requiere la agricultura. No utilizarlo requeriría un costo muy alto y no se puede mecanizar el trabajo o realizarlo de manera manual porque el agricultor necesita bajar sus costos para que la actividad sea sostenible económicamente, nos dejaría en total desventaja y si posibilidad de competitividad…".