POR Diana Vásquez | 14 de noviembre de 2025, 17:55 PM

En La Garita de Alajuela hay un aroma que despierta recuerdos y sonrisas: el del pan recién horneado de Doña Rosa Castro, una mujer que convirtió su amor por la cocina en una tradición familiar y en el sustento de muchas otras mujeres.

Su historia comenzó de forma sencilla, preparando arroz con leche para vender en el vecindario. Con cada olla, Doña Rosa no solo compartía un postre, sino una parte de su cariño por la cocina.

Con el paso del tiempo, su talento y perseverancia la llevaron a abrir su propia panadería hace más de 30 años, dentro del supermercado Media Luna, ubicado a pocos metros del plantel de RECOPE en Alajuela.

Desde entonces, ese pequeño negocio se transformó en un punto de encuentro para los vecinos. El olor a pan caliente se mezcla con la calidez de su sonrisa, y quienes llegan por un pan dulce o una empanada terminan llevándose algo más: una historia de esfuerzo y amor.

Pero Doña Rosa no solo hornea pan. También ha formado una familia laboral, brindando empleo y apoyo a muchas mujeres de la zona que, como ella, decidieron salir adelante con trabajo, constancia y fe.

El amor por la cocina corre por las venas de los Castro. Varios de sus hijos siguieron sus pasos y hoy trabajan en panadería y repostería, manteniendo viva la herencia de sabor, dedicación y trabajo que su madre les inculcó desde pequeños.

Con su dulzura, amabilidad y espíritu emprendedor, Doña Rosa Castro se ha ganado el cariño de toda la comunidad. Su historia es la prueba de que los grandes sueños pueden nacer de un pequeño gesto, como un arroz con leche hecho con amor, y crecer hasta convertirse en un legado que alimenta cuerpo, alma y corazón.

Repase este inspirador reportaje en el video que aparece en la portada del artículo.

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