POR Diana Vásquez | 12 de noviembre de 2025, 17:55 PM

En la cancha, el eco de un balón golpeando el suelo se mezcla con risas y aplausos. No hay tensión competitiva, sino una energía distinta: la del entusiasmo que no envejece. Así entrenan las mujeres de Voleibol Máster Castro, un equipo donde la pasión, la amistad y la vitalidad se confunden en cada saque.

Desde los 50 años en adelante, ellas decidieron cambiar la rutina por el movimiento. Dos veces por semana se encuentran, no solo para ejercitar el cuerpo, sino para oxigenar el alma. En cada práctica hay esfuerzo, pero también abrazos, bromas y una complicidad que convierte la cancha en una extensión del hogar.

“Cada entrenamiento es una terapia”, dice una de ellas entre sonrisas. Y basta verlas jugar para entenderlo: detrás de cada punto hay una historia, una razón para seguir.

Entre sus filas hay tres hermanas que comparten algo más que la genética. Comparten décadas de amor por el voleibol, torneos, madrugadas y viajes, pero sobre todo, una certeza: la vida se disfruta mejor cuando se juega en equipo.

Lo que comenzó como una manera de mantenerse activas se transformó, con el tiempo, en una hazaña deportiva. Hoy, el nombre de Voleibol Máster Castro resuena fuera de nuestras fronteras: han representado a Costa Rica en torneos internacionales y campeonatos mundiales máster, demostrando que la pasión no tiene fecha de vencimiento.

Las “máster” no solo ganan partidos: ganan vida. Inspiran a otras mujeres a moverse, a romper estereotipos, a entender que la edad no es un límite, sino una etapa distinta del mismo juego.

Porque cuando hay disciplina, amistad y alegría, los años pesan menos y la red parece más baja. Ellas no juegan contra el tiempo: juegan con él.

Repase el reportaje completo en el video que aparece en la portada del artículo.



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