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Deslizarse, divertirse y desafiar el equilibrio: “Yo me apunto” al patinaje
El guía de la actividad fue Joseph Siles, un patinador con experiencia nacional e internacional, quien ahora dedica su talento a enseñar lo que más le apasiona.
Lo que comenzó como un pequeño proyecto comunitario hoy es el grupo de baile folclórico más longevo de Pococí. Oro Verde celebra 25 años enseñando no solo danza, sino también valores y segundas oportunidades.
La iniciativa nació del corazón de doña Marina Centeno, una mujer que encontró en la música y el zapateo una manera de sanar. Desde niña soñó con bailar, pero la vida se encargó de postergar ese deseo. Fue tras la muerte de su esposo que algo cambió: su hijo necesitaba un espacio para canalizar emociones y ella, una forma de sostenerse en pie.
Impulsada por el sonido de la marimba, se animó a bailar junto a los adolescentes del barrio. Así nació Oro Verde, un grupo que con el tiempo se convirtió en una verdadera escuela de vida. Jóvenes que llegaron con dudas, heridas o caminos torcidos encontraron aquí una brújula para orientarse, paso a paso, ritmo a ritmo.
Durante este cuarto de siglo, Oro Verde ha recorrido el país llevando trajes típicos, sonrisas sinceras y una energía que trasciende el escenario. Cada presentación es una fiesta del alma, un recordatorio de que la danza puede transformar realidades y dar esperanza.
Hoy, el grupo sigue siendo joven en espíritu y profundo en legado. Porque, como dice doña Marina, cuando se baila con el corazón, no hay edad ni obstáculo que pueda detener el movimiento.
Le invitamos a repasar esta inspiradora historia en el video disponible en la portada de este artículo.